EFE
Brasil acusó este martes a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de "desinformación" sobre los casos de corrupción en el país y sobre la lucha del gobierno contra ese flagelo.
"No podemos dejar que la desinformación nos haga llegar a conclusiones falsas", afirmó la embajadora de Brasil en Ginebra, Maria Nazareth Farani Azevêdo, en respuesta a un comentario sobre corrupción en su país hecha por el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.
Zeid afirmó que "recientes escándalos, incluidas alegaciones muy serias contra funcionarios de alto rango en Brasil y Honduras, han revelado cuán profundamente arraigada está la corrupción en todos los niveles de gobernanza en muchos países en las Américas, a menudo vinculada al crimen organizado y el narcotráfico".
"No estamos para nada de acuerdo con el comentario apresurado, injustificado e injusto sobre Brasil", indicó Farani Azevêdo.
El máximo responsable de Derechos Humanos dijo que "la corrupción viola los derechos de millones de personas en todo el mundo, al robarles lo que deberían ser bienes comunes y privarles de derechos fundamentales como la salud y la educación o el acceso igualitario a la Justicia".
Además, el alto comisionado recordó, que la corrupción socava las instituciones democráticas y erosiona la confianza pública.
Agregó que el progreso para descubrir y procesar judicialmente la corrupción a altos niveles de los gobiernos "es esencial" para respetar los derechos de los ciudadanos y saber que se hace justicia.
La embajadora fue tajante al dejar clara la lucha de su país contra la corrupción.
"Brasil está seriamente comprometido en la lucha contra la corrupción, que hace evidente, para que todos lo puedan ver, nuestro compromiso con la justicia, la ley y el orden, así como la fuerza de nuestras instituciones democráticas y el orden constitucional", concluyó.
En Brasil los escándalos de corrupción han afectado a las más altas esferas de la política y el sector empresarial, y han salpicado a los expresidentes Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, así como a hombres próximos al actual presidente, Michel Temer.
Por su parte, el embajador hondureño ante la ONU en Ginebra, Giampaolo Carmelo Rizzo Alvarado, fue mucho más conciliador.
"Honduras también reconoce el impacto que tiene la corrupción en el disfrute de los derechos y por ello la prevención y el combate a esta constituyen altas prioridades nacionales", dijo.
Recordó, además, que su país cuenta con la ayuda de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), de la Organización de Estados Americanos (OEA), en su lucha contra esta lacra.
2017-09-12