El gobierno brasileño puso en vigencia hoy dos medidas que eliminan algunas trabas burocráticas a la concesión de visados de trabajo temporales o permanentes para extranjeros.
Los cambios en la legislación, aprobados por el Consejo Nacional de Inmigración, buscan atender a la demanda de las empresas por mano de obra especializada.
Una de las medidas crea un visado provisional para estudiantes de posgrado que deséen trabajar por hasta 90 días en empresas brasileñas. En estos casos, sin embargo, el permiso de trabajo tendrá vigencia limitada a tres meses, y no podrá ser convertido en visado permanente.
El otro cambio crea un registro de las empresas interesadas en contratar a extranjeros, para que no tengan que entregar todos los documentos cada vez que decidan traer a un trabajador desde afuera, y permite que los contratados empiecen a trabajar antes de entregar todos los documentos exigidos, lo que podrán hacer en un plazo de 60 días.
La tendencia de apertura del mercado laboral brasileño a extranjeros se refleja también en el campo de la medicina. Este mes, el gobierno de Dilma Rousseff anunció la intención de traer al país a 6.000 médicos cubanos, a los que, según el ministro de Salud, Antonio Padilha, podrían sumarse profesionales de otros países, en especial de España y Portugal.
La medida busca atender a las poblaciones más pobres en ciudades que usualmente no atraen a los médicos brasileños, pero generó protestas del Consejo Federal de Medicina, que recurrió al Ministerio Público para solicitar explicaciones del ministro de Salud y de sus pares de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, y de Educación, Aloizio Mercadante.
"Esta medida viola la autonomía nacional, es un irrespeto a la legislación que regula el ingreso de médicos en el país, pone en riesgo la calidad de la atención ofrecida a la población y no resuelve en forma definitiva la atención de salud de las áreas de escasa demanda en el interior y en las periferías de los grandes centros", afirmó la entidad en una nota. /DPA
Viernes 17/5/2013