El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, aseguró este miércoles que dejará el cargo y propuso nuevas elecciones después de que su coalición se desarmara por el escándalo por la actuación de los servicios secretos.
Tras un debate de siete horas en el Parlamento, Juncker dijo que su gobierno se quebró tras perder el respaldo de los socialdemócratas, que pidieron que asuma la responsabilidad por el caso y se celebren nuevos comicios.
El jefe de gobierno señaló asimismo que está seguro de que las fracciones opositoras le quitaron la confianza y de que a los socialistas no les convenció su explicación. Según Juncker, la gran mayoría del Parlamento está a favor de las nuevas elecciones. El primer ministro convocó a una reunión de gabinete para el jueves.
Juncker, de 58 años, había señalado previamente que no veía motivos para renunciar, tras dar sus explicaciones ante el órgano legislativo, en el que se presentó un informe de la comisión de investigación sobre el escándalo.
En el informe se considera responsable al primer ministro, como jefe de los servicios secretos del país, de tolerar irregularidades cometidas por ese gremio.
El jefe de gobierno que lleva más tiempo al frente de un país de la UE reconoció sin embargo errores, pero justificó sus acciones de forma vehemente. "Por ello, con la mejor voluntad (…) no puedo reconocer ninguna responsabilidad personal de naturaleza subjetiva", dijo. /DPA