Chile contaba con una aparente tranquilidad en todos los sectores de su sociedad. Un país con bajos índices de inseguridad, una clase media pujante y una economía en constante crecimiento desde la década de los noventa fueron los cimientos que construyeron el moderno y desarrollado Chile del siglo XXI.
Chile: Paradoja del péndulo ideológico en la región
Sin embargo, en octubre de 2019 el Chile avanzado y cosmopolitan se vio eclipsado por una serie de protestas originadas por un decreto del presidente en funciones de ese entonces Sebastián Piñera, el cual tenía por objetivo el aumento de 0.30 pesos adicionales al pasaje en el sistema de metro, lo que para ese entonces equivalía a 0,042 centavos de dólar aproximadamente.
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Diversos sectores de la sociedad se volcaron a las calles en protestas “antisistema” que convirtieron al país desde ese momento en una caja de pandora, el cual ha transitado por diversas elecciones en las cuales la izquierda y la derecha han resultado triunfadoras.
Sin embargo, ¿qué le depara a Chile próximamente? ¿cómo un gobierno de izquierda podrá cohabitar con una derecha conservadora luego del resultado de la última elección? A continuación, algunas variantes:
Un país polarizado
El crecimiento económico de Chile a finales de la década del ochenta trajo como consecuencia una sociedad fracturada y desigual, un país que disfruta de las ventajas económicas del libre mercado, pero mantiene las cicatrices del sistema autocrático de la época de Augusto Pinochet.
Más ingresos, pero menos calidad de vida
A pesar de ser uno de los países económicamente más estables de la región, según la psicóloga y académica chilena Kathya Araujo expresa lo siguiente: “Entonces, claro, Chile está mucho mejor, pero no tienes tiempo para tus hijos, tienes que trabajar todo el tiempo, estás endeudado, estudias y no tienes dónde ejercer, es una permanente contradicción".
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Conservadores capitalizan políticamente los errores
Desde que asumió su mandato en marzo de 2022, Gabriel Boric ha sido blanco de múltiples críticas, bien sea por su inexperiencia para el cargo, su manejo débil con la inseguridad, migración descontrolada y una inflación galopante, han sido catalizadores para que el votante promedio se incline al discurso conservador de dirigentes derechistas.
La nueva constitución
Una de las banderas políticas del gobierno de Boric fue precisamente la de la elaboración de una nueva constitución, más “inclusiva e igualitaria para los chilenos” , desmarcando al país de su última redacción de la carta magna en 1980, bajo el mandato de Augusto Pinochet.
La paradoja de una nueva constitución promovida por los sectores más progresistas fue una ventana de nuevos aires sociales en el país sureño, aunque para muchos de sus detractores todo correspondía a sofismas por parte de estos sectores, el panorama hoy en día es que efectivamente se redactará un nuevo texto constitucional sin embargo con gran presencia continuista debido al último resultado electoral.
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Edward Aguilar Aza/Analista internacional