Los centros de votación de Nicaragua cerraron este domingo sus puertas, en una jornada marcada por la baja asistencia a las urnas y en la que se espera una nueva reelección del sandinista Daniel Ortega, en el poder desde 2007.
Las primeras urnas de los 3.160 Centros de Votación fueron cerradas gradualmente a partir de las 18:00 horas. En unos comicios en los que los ciudadanos elegirían al presidente y vicepresidente de Nicaragua, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.
Las autoridades electorales, que destacaron el orden y la tranquilidad con que se desarrolló la votación. Esperan ofrecer los primeros resultados provisionales hacia las 20:30 horas.
En estos comicios, Ortega busca su quinto mandato y cuarto consecutivo, con siete aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición guardando prisión, acusados de "traición a la patria".
REPORTAN IRREGULARIDADES
El observatorio multidisciplinario Urnas Abiertas informó que en el marco de la jornada se registraron una serie de irregularidades. Incluidas detenciones de opositores, mientras que la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco indicó altos niveles de abstención.
En un informe preliminar, Urnas Abiertas identificó "200 hechos de violencia política en los Centros de Votación".
Entre estos "la negación del ingreso a fiscales opositores, intimidación de paraestatales y fuerzas de choque sandinistas". O "trabajadores del Estado obligados a enviar una foto de la boleta con su nombre escrito en el sitio en que se marca la equis".
La representante del observatorio Olga Valle dijo que dos "periodistas del medio independiente Masaya Al Día fueron retenidos y liberados después mientras daban cobertura".
También reportó que hubo "casas de vigilancia en los alrededores de Centros de Votación desde donde se llevaba un conteo paralelo de quiénes acuden a las urnas". Especialmente dedicados a seguir a "trabajadores públicos, policías de civil y paraestatales".
El informe también hizo referencia a visitas de militantes del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) a casas en los barrios para "indagar si las personas han ido a votar". Así como "amenazas a militantes", supuestamente para que fueran a votar.
La también integrante de Urnas Abiertas, Ligia Gómez, señaló que Ortega violó la Ley Electoral al tratar de influir en el voto ciudadano durante los comicios.
Además, informó de propaganda electoral oficialista en los Centros de Votación, y el uso de automóviles, incluyendo ambulancias. También, el personal estatal para "transportar" a votantes.
La coacción o facilidades para el voto se debieron a que los nicaragüenses atendieron el llamado al "paro electoral". Además, consistía en no salir a votar, según refirió la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco.
Con información de EFE.
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