Un cambio importante en las regulaciones de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) promete facilitar los viajes hacia y dentro de EEUU, a partir de noviembre de 2024.
Gracias a la implementación de nueva tecnología de escaneo de tomografía computarizada (CT), las restricciones históricas sobre líquidos en el equipaje de mano podrían relajarse significativamente.
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Desde 2006, tras los intentos de ataques terroristas que implicaban líquidos explosivos, la TSA implementó la regla conocida como “3-1-1″ para líquidos en el equipaje de mano.
Esta normativa obliga a los pasajeros a transportar líquidos, geles y aerosoles en contenedores de hasta 100 ml (3,4 onzas), almacenados en una bolsa de plástico transparente y resellable de un litro.
Aunque estas han sido clave para garantizar la seguridad aérea, también han causado inconvenientes para los pasajeros, desde desperdicio de medidas hasta mayores tiempos en los puntos de control.
Excepciones como medicamentos líquidos, leche materna y fórmulas infantiles ya se permitían bajo las reglas actuales, siempre y cuando fueran declaradas y separadas para inspección adicional. Sin embargo, los viajeros han esperado por años una mayor flexibilidad en las normativas.
La introducción de los escáneres CT, que producen imágenes tridimensionales detalladas del contenido del equipaje, permite identificar con precisión cualquier sustancia peligrosa sin necesidad de limitar la cantidad o tamaño de los líquidos transportados.
Esta tecnología ya está siendo implementada progresivamente en aeropuertos de todo el mundo y ha demostrado su eficacia en pruebas piloto realizadas EEUU y Europa.
Esto cambiará en noviembre
A partir de noviembre de 2024, se espera que la TSA permita a los pasajeros artículos llevar líquidos de tamaño completo en el equipaje de mano. Esto incluye:
- Fórmula infantil y leche materna: Los padres podrán llevar cantidades ilimitadas según las necesidades de su viaje, sin necesidad de someterse a inspecciones exhaustivas.
- Medicamentos líquidos: Se podrán transportar sin límite de volumen, aunque se recomienda llevar la receta médica para evitar contratiempos.
- Artículos de higiene personal: Productos como desodorantes en aerosol (no inflamables), gotas para los ojos y soluciones salinas podrán transportarse en envases de tamaño estándar.
- Líquidos médicos específicos: Incluyen inhaladores, desinfectante de manos y líquidos para el tratamiento de condiciones respiratorias.
Además de mejorar la experiencia del pasajero, este cambio tiene el potencial de acelerar los tiempos de inspección en los puntos de control, ya que los escáneres CT reducen la necesidad de revisiones manuales o visuales adicionales.
¿Qué pasa con el resto del mundo?
Aunque la TSA lidera este avance, Europa va rezagada en la implementación de esta tecnología debido a retrasos en los procesos administrativos y la falta de financiamiento en algunos países. Sin embargo, varios aeropuertos europeos han comenzado a realizar pruebas similares y se espera que sigan la misma línea en los próximos años.
La flexibilización de estas normativas es una buena noticia para los viajeros frecuentes y para aquellos que transportan productos esenciales. Además de permitir una mayor comodidad, también reduce el desperdicio de productos que anteriormente debían desechar si excedían los límites permitidos.
Con información de Heraldo USA
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