Corte francesa constitucional de aprobó este jueves la mayoría de los aspectos de una nueva ley que rige a partir de la próxima semana, requerirá que las personas lleven un pase especial por el COVID-19.
Con este pase se permite el acceso a cafés, restaurantes, viajes de larga distancia y, en algunos casos, hospitales. Pero anuló varias medidas por no satisfacer estándares constitucionales.
La corte anuló además la suspensión de los contratos a corto plazo de las personas sin un pase de salud, al tiempo que acepta la suspensión sin remuneración de trabajadores asalariados con contratos a largo plazo.
La ley, acelerada en el parlamento la semana pasada ante el incremento de las infecciones con la variante delta del coronavirus.
Actualmente la variante Delta representa ahora la mayoría de los casos en Francia.
Los sondeos indican que la mayoría de los franceses respaldan el pase de salud. Pero la medida tiene opositores fervientes, muchos de los cuales dicen que sus libertades serán comprometidas.
El pase será emitido a las personas que han sido vacunadas contra el coronavirus o que tienen prueba de una recuperación reciente de la enfermedad o una resultados negativos de alguna prueba COVID-19.
A partir del lunes, se requerirá el pase en viajes de larga distancia por tren, avión o autobús, para entrar en restaurantes, cafeterías y asilos de ancianos, entre una lista detallada en la ley y aprobada en el fallo. La corte aprobó además obligar a los trabajadores de salud a vacunarse contra el virus para el 15 de septiembre.
AP
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