AP
Cuba y Estados Unidos firmaron el miércoles un acuerdo para colaborar en las tareas de rescate tras incidentes en el aire o en el mar, uno de una serie de convenios que Barack Obama deja sellados antes del fin de su mandato.
"La actuación rápida y eficiente de los servicios de búsqueda y salvamento reduce el riesgo de pérdida de vidas y mitiga el sufrimiento de las personas en peligro durante un suceso aéreo o marítimo. A este noble empeño está dirigido el presente acuerdo", dijo a periodistas la viceministra de Transporte cubana, Martha Oramas.
El convenio permitirá realizar a ejercicios conjuntos, chequeos en los canales de comunicación, visitas recíprocas e intercambios de información, explicó Oramas.
Por el lado estadounidense firmó Jeffrey De Laurentis, el encargado de la embajada de Estados Unidos en la isla.
"Este acuerdo bilateral reconoce la importancia de la búsqueda y el salvamento aeronáutico y marítimo para ambas naciones. El perfeccionamiento y cooperación en este tema es esencial, particularmente cuando el comercio autorizado y el flujo de viajeros se ha incrementado", expresó De Laurentis.
Cuba y Estados Unidos iniciaron un proceso de deshielo en 2014 cuando el presidente Obama y su colega Raúl Castro normalizaron relaciones diplomáticas rotas hace más de cinco décadas tras el triunfo de la revolución comunista en la isla. Sin embargo, Obama no logró convencer a su Congreso de levantar las sanciones impuestas a Cuba y sus acuerdos o políticas son decisiones del Ejecutivo que podrían ser revertidas por su sucesor Donald Trump, quien tomará posesión esta semana.
Obama parece empeñado en dejar amarrados un buen número de acuerdos antes de dejar la Casa Blanca. En estos días, ambos gobiernos firmaron un pacto para combatir los derrames petroleros, luchar en conjunto contra el tráfico de personas, el terrorismo o los delitos cibernéticos y empresarios estadounidenses convinieron con cooperativistas locales la exportación de carbón vegetal.
A su vez, Obama eliminó la semana pasada la política de "pies secos, pies mojados", por la cual se devolvía a los emigrantes cubanos interceptados en alta mar pero se otorgaba todo tipo de beneficios a quienes llegaran por cualquier vía a ese país.
El miércoles, durante su última conferencia de prensa como mandatario, Obama defendió esta decisión. "Era un lastre de una filosofía anticuada que no tenía sentido en este momento, especialmente cuando estamos abriendo los viajes entre los dos países", expresó.
"Tuvimos consultas prolongadas con el Departamento de Seguridad Nacional y tuvimos negociaciones difíciles con el gobierno cubano, pero concebimos una política que consideramos justa y apropiada para la naturaleza cambiante de la relación entre los dos países", señaló el gobernante.
2017-01-18