La noche de este viernes el presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva tuvieron su el último debate antes de la segunda vuelta electoral de Brasil que se llevará a cabo este domingo.
El foro fue visto como la última oportunidad para Lula (Partido de los Trabajadores) y Bolsonaro (Partido Liberal) de disputar la porción del electorado que aún puede cambiar de opinión antes de la segunda vuelta.
En el choque por el 7% de los electores indecisos, como señaló la última encuesta de Datafolha, los dos candidatos apuntaron a temas claves como la economía y la corrupción.
No hubo aumento de salario
El favorito de los sondeos y quien ganó la primera vuelta electoral con un 48,4 %,, Lula, cuestionó al mandatario por no aumentar el salario mínimo durante los cuatro años que llevar en la presidente.
Por lo que le pidió explicaciones y afirmó que en sus años de gobierno (2003-2010) él lo aumentó 74%.
A lo que Bolsonaro se justificó con el impacto de la pandemia en Brasil y la crisis económica mundial, y le pidió a su adversario que “pare de mentir”.
“Hicimos lo posible. Lula, usted sabe que todo el sistema está contra mí. Pare de mentir ¿Tendré que exorcizarlo para que pare de mentir?”, se preguntó.
Sin embargo, Lula insistió al atribuir responsabilidad directa a Bolsonaro por el empeoramiento de los indicadores sociales, además, destacó el aumento de los precios de los alimentos y el regreso del hambre en el país.
“Vine aquí a conversar con el pueblo brasilero, no para responderle al candidato. Este hombre gobernó cuatro años y no dio aumento del salario mínimo. El pueblo sabe que está pasando hambre, que está desempleado”, aseguró.
Corrupción, mentiras y justicia
Por su parte, Bolsonaro, quien obtuvo 43,2 % en la primera vuelta del 2 de octubre, atizó a Lula con la corrupción al acusar a su adversario y al PT de decir mentiras para influenciar a las personas más pobres.
“¿No va a responder lo que le pregunto? El pueblo brasilero sabe quién es mentiroso. El pueblo sabe que usted prometió muchas cosas que no cumplió”, afirmó.
También recordó los montos de la Bolsa Familia (el plan del gobierno de Lula en la primera década del siglo).
“¿Por qué usted pagó tan poco a los beneficiarios del Bolsa Familia. La gente pasó a ser esclava de ese programa. Nosotros lo multiplicamos por tres, a 600 reales. Cuando creamos Auxilio Brasil (programa del presidente) sus diputados (del PT) votaron en contra. Pare de mentir Lula”, dijo Bolsonaro.
En cuanto a ello, Lula se defendió diciendo que: “Soy un ciudadano idóneo: gané los procesos en la Justicia. El pueblo sabe quién es el que robó”.
“¿Usted dice que fue absuelto? Fue descondenado por sus amigos del Supremo Tribunal de Justicia. Usted es un delincuente Lula. Su gobierno fue el campeón de la corrupción”, atacó Bolsonaro.
Lula aprovechó el arresto del exdiputado brasileño Roberto Jefferson, exaliado del mandatario, luego de herir a dos policías al atrincherarse en su domicilio.
Un incidente en el que fue agredido un periodista y que causó conmoción en la recta final hacia los comicios de este domingo.
“Él intenta esconder a Roberto Jefferson, un hombre confianza de él”, afirmó el líder del PT.
Pero Bolsonaro intentó ligar a Jefferson al PT: “Él pagaba dinero para comprar apoyo parlamentario de su partido. Mensalão, Petrolão, más de 100 personas presas. Usted solo está aquí porque tiene amigos en el STF. Debería estar en casa, Lula. Qué queda para los jóvenes en Brasil”.
Brasil aislado del mundo
Lula también atacó al mandatario por aislar a Brasil del mundo, y le pidió que explique cómo hará para reinsertarlo.
Pero el presidente ultraderechista señaló que él busca ligar al PT con los gobiernos de izquierda de la región.
“Él sabe que en nuestro gobierno defendimos la política externa más eficaz, por ejemplo, ayudé a crear los BRICS”, dijo Lula.
Bolsonaro apunta al electorado evangélico
El presidente acusó a Lula de ser abortista, en un intento de atraer el apoyo del electorado evangélico, que tiene mucho peso en estas elecciones y en el que Bolsonaro saca ventaja.
“Lula, asuma que usted es abortista. Da pena debatir con el rey de la mentira”, añadió.
Al respecto, Lula aseveró ser “contrario al aborto” a diferencia de la postura que dejó ver antes de la campaña, cuando dijo que el tema era un “problema de salud pública” y que “todo el mundo debería tener derecho”.
“Yo soy contrario al aborto, mi mujer es contraria al aborto. Yo respeto la vida”, expresó Lula, que intentó salir rápidamente de ese tema, y buscó llevar el debate nuevamente al desarrollo de la economía.
Luego, al hablar de salud, Lula pasó al ataque por la respuesta de Bolsonaro a la pandemia del coronavirus, muy criticada a nivel nacional e internacional.
Promesas de los candidatos
Lula prometió “construir un nuevo Brasil, con oportunidades para todos, libre del hambre, con un salario mínimo revalorizado por encima de la inflación y una salud pública de calidad”.
“Voy a restablecer la armonía en este país”, prometió Lula en el cierre de su participación, que recordó los logros de su gestión entre 2003 y 2010.
Mientras que Bolsonaro prometió subir el salario mínimo por encima de la inflación y luchará por la patria y la libertad.
“Pido la oportunidad de mostrarles que Brasil es de todos los brasileños. Pido unión para luchar por la patria porque la libertad está por encima de todo. La esperanza nos mueve, la fe nos une”, puntualizó.
Con información de Efe y La Nación.
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