La Policía Federal de Tráfico de Brasil lleva a cabo un proceso de fiscalización de vehículos específicamente, transporte público, para electores este domingo.
Según el el reporte de medios locales, el ente habría incumplido una orden expresa del Tribunal Superior Electoral (TSE), sobre no realizar ninguna operación relacionada con el transporte público de electores, para no entorpecer la votación.
El presidente del TSE, Alexandre de Moraes instó al director de la intitución, Silvinei Vásquez, a interrumpir de inmediato las labores de fiscalización.
Bajo la amenaza de multa de 100.000 reales por hora (unos 18.900 euros), suspensión de funciones y arresto.
Piden arresto al responsable de las alcabalas
También la coalición Brasil de la Esperanza que representa a Lula respondió a la polémica.
En ese sentido, pidió la detención de Vásquez y de los superintendentes regionales que no estén cumpliendo con la orden del TSE.
Por su parte, la presidenta del Partido de los Trabajadores de Lula, Gleisi Hoffmann, solicitó a los cargos políticos del PT presentarse en sede oficial.
Con la finalidad de pedir orden de prisión contra quienes incumplan el mandato judicial.
Según la campaña de Lula, estas alcabalas fueron sobre todo en el noreste del país, el mayor fortín político del candidato progresista, lo cual fue documentado por numerosos videos que circularon en las redes sociales.
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