La Fiscalía argentina ordenó hoy la detención del jefe la Policía Antidrogas de la localidad de Mina de Clavero, en la provincia de Córdoba (centro), sospechoso de haber cambiado 30 kilos de marihuana incautada en un procedimiento por alfalfa y arcilla, informaron medios locales.
El fiscal federal Gustavo Vidal Lascano dio la orden de arrestar al inspector Gastón Bustos por el supuesto delito de "sustracción de elementos de prueba y falsa denuncia".
En declaraciones a los medios, Vidal Lascano explicó que en una operación policial realizada en octubre de 2012 en la localidad de Villa Cura Brochero, también en la provincia de Córdoba, se incautaron 30 kilos de marihuana dentro de una maleta a los que se les realizó un ‘narcotest’ que dio positivo.
El fiscal detalló que esa maleta quedó bajo custodia de la Policía de Drogas Peligrosas de Mina Clavero y que cuando llegó a los juzgados para realizarle una contrapueba, siguiendo el procedimiento habitual, se detectó que "no se trataba de marihuana sino de alfalfa mezclada con arcilla".
"Yo presumo que la droga fue cambiada luego del secuestro por parte de la policía", dijo.
Vidal Lascano consideró que el hecho guarda relación con la investigación que lleva a cabo el fiscal Enrique Senestrari sobre presuntos vínculos entre miembros de la Policía antidrogas con el narcotráfico, por la que ya han sido detenidos cinco oficiales en Córdoba.
El pasado 11 de septiembre fueron arrestados el jefe de la división de drogas peligrosas de la Policía de Córdoba, Rafael Sosa, y otros cuatro agentes, acusados de connivencia con traficantes de estupefacientes.
Dos días después presentaron su dimisión el ministro de Seguridad provincial, Alejo Paredes, y el jefe de Policía, Ramón Frías.
El escándalo de Córdoba se suma a los desatados en la vecina Santa Fe, donde se produjeron dos relevos de la cúpula policial en sólo tres meses por su presunta relación con el narcotráfico.
El enfrentamiento por el territorio entre bandas ligadas al tráfico de drogas en la ciudad santafesina de Rosario ha provocado un rápido aumento de la violencia.
Según un informe de la Universidad Nacional de Rosario, en 2004 se contabilizaron 70 homicidios relacionados con las drogas, mientras que sólo en la primera mitad de este año, son ya 116 los fallecidos por la guerra entre bandas en esta ciudad, situada 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
El auditor general de Argentina, Leandro Despouy, denunció el pasado julio que el Estado argentino había renunciado de forma deliberada a controlar el tráfico de drogas por vía aérea y marítima.
En acusaciones desmentidas por el Gobierno, Despouy calificó a los puertos argentinos de "zonas liberadas" para el narcotráfico. /EFE