EFE
Miles de docentes, alumnos y padres se manifestaron este sábado en Budapest, Hungría contra la política educativa del Gobierno conservador, al que acusan de haber reducido la autonomía de los centros, sobrecargar el plan lectivo y no aportar la suficiente financiación.
Los manifestantes, unos 10.000 según los organizadores, se concentraron en la plaza Kossuth de Budapest, frente al Parlamento, para criticar la reforma educativa aprobada en 2010, que quitó autonomía a los centros, aumentó las tareas no puramente docentes de los profesores y elevó el número de horas lectivas.
Los profesores piden, por ejemplo, más autonomía para elegir los libros de texto, algo impuesto ahora desde un órgano regulador central.
Pese a que se han producido contactos entre el Gobierno y organizaciones gremiales, los docentes decidieron continuar las protestas ya que la negociación no ha logrado un acuerdo.
De hecho, los sindicatos no excluyen la posibilidad de una huelga.
El Gobierno acusó a los profesores de llevar la política a las escuelas y el primer ministro, Víktor Orbán, llegó a decir que están "dirigidos por una fuerza externa".
Los profesores denuncian que la reforma de 2010 ocasionó un deterioro del sistema educativo y que la falta de recursos en las escuelas hace que incluso falte tiza y les obliga a pagar a ellos mismos las fotocopias.
Las críticas por la política educativa se unen a las quejas, tanto dentro como fuera de Hungría, contra Orbán, que gobierna con mayoría absoluta desde 2010, por lo que se consideran ataques a la democracia y a la separación de poderes.
2016-02-13