El Gobierno de EE.UU. expresó su "profunda" preocupación por los nuevos enfrentamientos en el norte de Trípoli, que dejaron al menos 23 muertos, al señalar que son un recordatorio de que el conflicto en Siria amenaza la estabilidad y seguridad en Líbano.
"Estados Unidos está profundamente preocupado por la situación en el Líbano. Los últimos enfrentamientos en la norteña ciudad de Trípoli, en los que murieron al menos 23 personas, constituyen un duro recordatorio de que el conflicto en Siria supone una creciente y peligrosa amenaza para la estabilidad y seguridad del Líbano", dijo en un comunicado Patrick Ventrell, un portavoz del Departamento de Estado.
El Gobierno de Estados Unidos "apoya plenamente la seguridad, estabilidad y soberanía del Líbano, y da la bienvenida a los esfuerzos de los líderes libaneses por dar todos los pasos necesarios para poner fin a la violencia en Trípoli", agregó Ventrell.
El portavoz destacó en particular que Estados Unidos "apoya firmemente" los esfuerzos de las Fuerzas Armadas Libanesas y de las Fuerzas de Seguridad Interna para frenar los enfrentamientos en Trípoli y restablecer la calma en todo el país.
"Instamos a todas las partes a que pongan de su parte para restablecer la calma, actúen con moderación, y respeten la estabilidad y seguridad en el Líbano", subrayó Ventrell.
En el comunicado, el portavoz señaló que Washington apoya tanto los principios de la Declaración de Baabda de 2012 como la política de neutralidad del Líbano respecto a la crisis en Siria.
En ese sentido, Ventrell dijo que Estados Unidos también hace un llamado a todas las partes en la región para que eviten acciones que agraven la crisis en Siria, incrementen la posibilidad de que se propague la violencia, y que perjudiquen a las poblaciones civiles.
Ventrell consideró que la decisión de los líderes del Hizbulá de aumentar su papel en el conflicto en Siria "viola y socava" la política de neutralidad del Líbano y pone a ese país en riesgo de involucrarse en un conflicto extranjero, en detrimento de los intereses del pueblo libanés.
El Departamento de Estado reaccionó así a los nuevos enfrentamientos, por sexto día consecutivo en Trípoli, entre adversarios y simpatizantes del presidente sirio, Bachar al Asad.
La tensión se mantiene en esta localidad con combates esporádicos y disparos de francotiradores, lo que ha provocado el cierre de la mayoría de los negocios e instituciones públicas, así como de los colegios y universidades, según los medios locales./EFE