Lisa Montgomery, la única mujer en el corredor de la muerte federal de Estados Unidos, ha sido ejecutada este miércoles por asesinato.
La mujer recibió una inyección letal en una prisión de Terre Haute, Indiana, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos levantara una suspensión de última hora dictada ese mismo día por el juez James Hanlon.
"El estado mental actual de la Sra. Montgomery está tan separado de la realidad que no puede comprender racionalmente el motivo del gobierno para ejecutarla", escribió el juez Hanlon.
"La suspensión de la ejecución se concede para permitir que el tribunal lleve a cabo una audiencia para determinar la capacidad de la Sra. Montgomery", agregó.
Testigos
Según testigos, una mujer parada junto a Montgomery durante el proceso de ejecución le quitó la mascarilla a la reclusa y le preguntó si tenía unas últimas palabras. Montgomery respondió "No" y no dijo nada más.
Fue declarada muerta a las 01:31 (06:31 GMT) este miércoles 13 de enero. La abogada de Montgomery, Kelley Henry, dijo que todos los que habían participado en la ejecución "deberían sentir vergüenza".
"El gobierno no se detuvo ante nada en su empeño por matar a esta mujer herida y delirante", dijo en un comunicado. "La ejecución de Lisa Montgomery estuvo lejos de la justicia".
Montgomery, de 52 años, fue ejecutada por el asesinato de Bobbie Jo Stinnett, de 23 años, cuando estaba embarazada de ocho meses.
En diciembre de 2004, Montgomery, entonces de 36 años, la estranguló para después sacar al bebé de su útero y secuestrarlo. La madre murió desangrada.
Sus abogados y activistas opositores a la pena de muerte argumentan que la mujer era una enferma mental víctima de abuso, la cual merecía misericordia. Pero muchos otros piensan lo contrario.
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