El ejército egipcio no se mantendrá en silencio frente a la violencia después de que cientos han muerto en los últimos días en disturbios políticos, dijo el domingo el líder militar del país.
El general Abdel-Fatá el-Sisi también dijo que el ejército no tiene la intención de tomar el poder, y pidió a los islamistas unirse al proceso político.
El-Sisi, que encabezó el golpe de Estado del 3 julio que destituyó al presidente Mohamed Morsi, hizo estas declaraciones durante su primera aparición desde una ofensiva mortal el miércoles contra dos campamentos de simpatizantes del presidente depuesto que dejó cientos de muertos.
El-Sisi se presentó en una reunión de altos mandos militares y jefes de la policía.
Más temprano, las autoridades egipcias allanaron casas de miembros de la Hermandad Musulmana el domingo en un aparente intento por debilitar al grupo antes de las manifestaciones masivas planeadas por los partidarios del derrocado presidente Morsi.
Bajo la bandera de una alianza anti-golpe de Estado, la Hermandad dijo que realizará una manifestación frente al Tribunal Constitucional Supremo en el sur de El Cairo el domingo más tarde. Las autoridades estacionaron vehículos blindados y tropas frente al edificio, que podría convertirse en escenario de más violencia callejera.
Los partidarios de Morsi, depuesto en un golpe de Estado el 3 de julio, también tienen programadas protestas en otras ciudades del país.
Más de 800 personas han muerto en Egipto desde el miércoles cuando las fuerzas de seguridad desmantelaron dos campamentos de simpatizantes de Morsi en El Cairo en un operativo que provocó fuertes enfrentamientos.
En un intento de quebrantar los planes de protesta de la Hermandad, las autoridades realizaron redadas el domingo por la madrugada, detuvieron a funcionarios de nivel medio y miembros del grupo en varias ciudades, según funcionarios de seguridad y declaraciones de la Hermandad.
En Assiut, a 320 kilómetros (200 millas) al sur de El Cairo, 163 de los funcionarios y miembros del grupo fueron detenidos en distintas localidades de la provincia, dijeron funcionarios de seguridad, quienes agregaron que los detenidos están acusados de instigar a la violencia y orquestar ataques contra estaciones de policía e iglesias.
En la ciudad de Suez, nueve personas fueron detenidas luego de que una cámara las grabó atacando vehículos militares y tiendas de propiedad cristiana y quemando iglesias, dijeron las autoridades.
En la antigua ciudad meridional de Luxor, más de 20 directivos de la Hermandad fueron detenidos, dijeron las autoridades.
Los funcionarios hablaron a condición del anonimato porque no estaban autorizados a hacer declaraciones públicas a la prensa.
Mientras tanto, el gobierno egipcio ha comenzado las deliberaciones sobre la conveniencia de prohibir la Hermandad Musulmana, una organización que durante mucho tiempo fue ilegal y que llegó al poder en las primeras elecciones democráticas del país hace un año.
Esta prohibición, que las autoridades dicen que se ejecutará porque el grupo recurre a la violencia, desencadenaría una repetición de la lucha de poder que el Estado y la Hermandad libran desde hace décadas.
La Hermandad encara crecientes críticas públicas por la violencia en curso en Egipto. El jeque Ahmed el-Tayeb, el poderoso dirigente de la mezquita de Al-Azhar, la sede principal de aprendizaje de islam suní, emitió una declaración grabada pidiendo a los miembros de la Hermandad detener la violencia.
"Las escenas de violencia no les otorgarán ningún derecho, y el derramamiento de sangre y el caos que se propaga por todo el país tampoco les darán ninguna legitimidad", dijo el-Tayeb.
El-Tayeb apoyó el derrocamiento militar de Morsi después de que millones de personas salieron a las calles para exigir la renuncia de Morsi a la presidencia./AP