EFE
La rama del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Damasco, Wilayat Dimashq, asumió la autoría del atentado que causó al menos 45 muertos en la zona de Ku Sudán, en el suburbio de Sayida Zeinab, al sureste de la capital siria y de mayoría chií.
En un comunicado difundido en foros yihadistas en internet, la filial de la organización extremista detalló que "dos soldados del califato pudieron llevar a cabo dos operaciones suicidas contra un nido de los apóstatas politeístas en la zona de Sayida Zeinab, en Damasco".
Según el EI, el atentado provocó la muerte a cerca de 50 personas y heridas a otras 120.
"Para que sepan los renegados (en alusión a los chiíes) que, igual que ellos combaten, serán combatidos y que no encontrarán seguridad ante los golpes de los muyahidines (guerreros santos) con el permiso de Alá", añadió la nota.
La agencia oficial siria de noticias, SANA, informó de que tres explosiones registradas hoy en la zona de Ku Sudán, en Sayida Zeinab, causaron 45 muertos y 40 heridos.
La agencia, que citó a una fuente del Ministerio del Interior, señaló que la primera de ellas se produjo con un coche bomba en una parada de autobuses en Ku Sudán.
Después, dos "terroristas" hicieron explotar los cinturones que llevaban adosados al cuerpo cuando los ciudadanos se congregaron para ayudar a los heridos causados por la primera explosión, añadió SANA.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó la cifra de fallecidos a 47, entre ellos 16 milicianos chiíes leales al régimen de Bachar al Asad, sirios y de otras nacionalidades árabes y asiáticas.
A diferencia de SANA, la ONG señaló que se produjeron dos explosiones, la primera de ellas perpetrada por un suicida que detonó el cinturón que llevaba adosado al cuerpo y la segunda por un coche bomba en un puesto de control en la zona de Sayida Zeinab.
Sayida Zeinab se encuentra a unos 17 kilómetros al sur de Damasco y está protegido por el grupo chií libanés Hizbulá, cuyos líderes han repetido en varias ocasiones que velan por las áreas y santuarios chiíes de los ataques de los insurgentes suníes en Siria.
En esta zona se encuentra la mezquita chií del mismo nombre, lugar de peregrinación de los fieles de esta rama del islam y que en el pasado ya fue objeto de otros ataques.
Según datos de la ONU, en casi cinco años de guerra han muerto en Siria 260.000 personas mientras más de doce millones de sirios, entre ellos 5,5 millones de niños, necesitan asistencia humanitaria inmediata.