Los atentados terroristas del 11-S se convirtieron en dolor, muchas preguntas y pocas respuestas para los familiares de los caídos hace 20 años.
Entretanto, el gobierno de Estados Unidos estableció estrictos controles en aeropuertos, que de inmediato fueron replicados en el resto del mundo para garantizar seguridad.
Entre las medidas están el uso de escáneres corporales, la prohibición de traslado de líquidos y el retiro del calzado antes de pasar a la zona de embarque.
Por su parte, la sociedad no volvió a ser la misma, y por años, el pánico se apoderó de los viajeros tras el secuestro de cuatro aviones y posterior choque en edificios emblemáticos en Nueva York.
El 11-S y la vulnerabilidad del sistema internacional
El internacionalista Luis Daniel Álvarez indicó que una de las principales lecciones del 11-S es la vulnerabilidad del sistema internacional. "Estados Unidos no contaba con blindaje absoluto, al punto de que uno de los terroristas había obtenido su residencia permanente”.
En primer lugar, destacó que antes de la entrada del milenio, la lucha se centraba erradicación del comunismo, luego del narcotráfico, y después del 11-S, los países fortalecieron sus lazos para combatir el terrorismo.
“Esto después produjo la división entre las naciones que lo combaten-el terrorismo-y las que lo apoyan”, aclaró el también licenciado en comunicación social. “Después del 11 de septiembre, se vio que el terrorismo podía ser un elemento internacional para atacar países desarrollados”, explicó el docente universitario.
Finalmente, Álvarez precisó que los gobiernos tienen la responsabilidad de reducir la inequidad. A su juicio, este es un elemento del que se valen los terroristas para capturar adeptos a través de prácticas populistas.
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