El presidente Mauricio Funes rechazó el sábado el uso de la fuerza para dirimir el conflicto limítrofe surgido con Honduras por la posesión de la isla Conejo y afirmó que El Salvador insistirá en la vía diplomática.
"No creemos en el uso de la fuerza, no creemos ni respaldamos soluciones militares para dirimir conflictos limítrofes entre países que guardan una historia y una relación de hermandad centroamericana como ocurre entre El Salvador y Honduras", dijo Funes en su programa de radio.
El gobierno salvadoreño protestó recientemente porque soldados hondureños izaron su pabellón en el islote para conmemorar el 192do aniversario de la emancipación de Honduras de España, ocurrida en septiembre de 1821, y Funes reiteró que es propiedad de El Salvador.
"Nosotros vamos a seguir insistiendo en la vía diplomática y agotaremos todos los recursos necesarios por la vía diplomática hasta garantizar la plena posesión soberana de la isla Conejo", dijo Funes.
El mandatario agregó que ha dado "instrucciones precisas" al canciller Jaime Miranda para que busque un entendimiento con el gobierno del presidente Porfirio Lobo, aunque lamentó las recientes declaraciones del mandatario hondureño en el sentido de que "yo estoy queriendo crear un conflicto en la isla Conejo porque estoy perdiendo popularidad y quiero justificar la compra de aviones para fortalecer nuestra fuerza aérea".
Aseguró que, según diferentes encuestas, su nivel de popularidad ronda el 70%, y dijo que "no me interesa tener altos o bajos niveles de popularidad", porque "yo no estoy buscando la reelección".
Explicó que la compra de aviones no tiene nada que ver con el conflicto, ya que esta es una iniciativa planteada por el alto mando de la fuerza armada desde que asumió la presidencia, en junio de 2009, y depende de la decisión de la Asamblea Legislativa.
Insistió que las diferencias limítrofes se dirimen en los organismos competentes, donde tanto Honduras como El Salvador presentarían los documentos con los que sustentan el derecho de posesión, y serían los expertos y los tribunales independientes internacionales los que resuelvan la posesión.
"Esa es la vía, la vía pacífica que consigna el derecho internacional y que es propia de hombres y de gobiernos civilizados como es el presidente Porfirio Lobo y como es este servidor Mauricio Funes", agregó.
En septiembre de 1992, la Corte Internacional de Justicia de La Haya dirimió un litigio territorial e insular de 447 kilómetros cuadrados en disputa entre El Salvador y Honduras. El conflicto causó una breve guerra de 100 horas entre las dos naciones en julio de 1969.
La Corte asignó el 60% de los territorios a Honduras y el restante 40% a El Salvador.
La Corte también estableció la propiedad de Honduras sobre la isla El Tigre y de El Salvador sobre las islas Meanguera y Meanguerita, en el Golfo de Fonseca. La sentencia inapelable de la corte no se pronunció sobre la isla Conejo.