Este domingo 30 de octubre, unos 156 millones de brasileños están convocados a votar en los 26 estados del país y el Distrito Federal en unas elecciones muy reñidas.
En el primer turno, alrededor de 32 millones no sufragaron (21%). El número quintuplica la ventaja de seis millones de votos que obtuvo Lula sobre Bolsonaro.
En Brasil el voto es obligatorio, pero la multa por no ir a las urnas es de 3,5 reales (0,50 centavos de dólar).
Ayer, los candidatos se volcaron a las calles de Minas Gerais y Sao Paulo, respectivamente, los dos estados con más peso electoral en el país, en su cierre de campaña.
Elecciones: Lula y Bolsonaro
Una de las últimas encuestas del Instituto Datafolha arroja que, Lula tiene 52% de la intención de voto contra 48% de Bolsonaro.
Con lo que la diferencia se redujo de dos puntos respecto al sondeo del jueves.
Bolsonaro encabezó una caravana de motocicletas en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, donde miles de partidarios salieron a su encuentro vestidos de verde y amarillo.
Estoy “confiado en la victoria”, dijo a la prensa el presidente de 67 años.
La primera dama, Michelle, participó a bordo de un jeep en una caravana de “Mujeres con Bolsonaro”, que según un fotógrafo de la AFP reunió unos 100 autos en la región central de la capital.
En Sao Paulo, Lula se arremetió contra el presidente antes de sumarse a una caminata:
“Bolsonaro no tiene límite para contar mentiras (…) no tiene condiciones síquicas para gobernar un país del tamaño de Brasil”, dijo.
Lula se impuso en la primera vuelta de las elecciones con 48% de los votos contra 43% de Bolsonaro.
Lo que quebró las proyecciones que anticipaban una ventaja holgada del exmandatario.
Más votantes
Hay que recordar Brasil es el país con más católicos a nivel mundial (172 millones) y donde el 30% de sus habitantes se declara evangélico.
De ahí que Bolsonaro y Lula libraron una guerra sin cuartel por conseguir los votos de este electorado que podría llevarlos al Palacio de Planalto.
Si los sondeos se confirman y Bolsonaro acaba perdiendo, el mandatario dijo que se retirará a pescar, en el litoral de Río de Janeiro.
Aun así, el bolsonarismo seguiría muy vivo en la política brasileña por la importante implantación de sus aliados en los Gobiernos estatales y en el Congreso.
Por su parte, Lula retomaría el poder con 77 años, en una resurrección política de lo más inesperada, y consolidaría el resurgimiento de la izquierda en Hispanoamerica tras las victorias de Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia.
Con información de Agencias/Debate/El Tiempo
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