Cinco militares de Perú se encuentran desaparecidos tras haber sido arrastrados por un río, cuando huían este domingo de un grupo de manifestantes.
En la sureña región de Puno (fronteriza con Bolivia), un incidente en el que también falleció un soldado, informaron fuentes castrenses.
Los militares formaban parte de una patrulla que se trasladaba desde la localidad de Ilave hacia Juli.
Donde los manifestantes quemaron ayer una comisaría, cuando fueron interceptados por un grupo violento.
Que les impidió el paso, detalló el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Ante esa situación, según el comunicado, la patrulla decidió tomar una ruta alterna y cruzar el río Ilave para evitar el enfrentamiento.
Pero, "debido a las dificultades, al caudal del rio y al ataque con piedras y otros objetos contundentes".
Seis miembros de la patrulla fueron arrastrados por la corriente.
El militar fallecido fue identificado como el cabo Franz Canazas Cahuaya, mientras que los desaparecidos son el cabo Elvis Pari Quizo.
Así como el cabo Carlos Quispe Montalico, el cabo Alez Quispe Serrano y los soldados Percy Castillo Pongo y Elías Lupaca Inquilla.
Asimismo, cinco soldados se encuentran internados en el hospital de Ilave por hipotermia, en condiciones estables.
Tras su desaparición, las autoridades militares han iniciado las labores de búsqueda del personal militar que se encuentran desaparecidos.
También, el Sistema de Inspectoría de las Fuerzas Armadas se encuentra realizando las investigaciones correspondientes.
A fin de determinar las causas exactas de los hechos.
El sábado, unas 300 personas atacaron la comisaría de la vecina ciudad de Juli con piedras y objetos contundentes por varias horas.
Y finalmente incendiaron el establecimiento policial con bombas tipo molotov.
Así lo informó un comunicado conjunto de los ministerios de Defensa y del Interior.
A raíz del ataque resultaron heridos 10 policías, que los evacuaron en helicóptero.
Y también atendieron a siete civiles en el hospital Rafael Ortiz Ravines.
En forma paralela, agregó el comunicado, otro grupo atacó la base militar de Juli, establecida temporalmente en un hotel.
Lo que provocó lesiones a diez efectivos del Ejército, que presentan contusiones y cortes en cabeza y brazos.
La región de Puno, en la que se encuentran Juli e Ilave, mantiene los bloqueos de caminos y paros de actividades desde enero pasado.
En que sus pobladores salieron a las calles a exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
Y una dura represión provocó la muerte de 18 personas en la vecina ciudad de Juliaca.
Esta semana una delegación de sus pobladores llegó a Lima para insistir en la demanda de elecciones generales anticipadas.
Pero reprimieron a un grupo de mujeres con sus pequeños hijos en brazos por la policía con gases lacrimógenos, lo que enervó a sus paisanos.
El gobierno de Dina Boluarte ha declarado el estado de emergencia en Puno.
Donde "el control del orden interno se encuentra a cargo de las Fuerzas Armadas, incorporando a la Policía Nacional de Perú para el logro de dicho objetivo".
Con información de EFE.
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