El hinduismo tiene una diferencia con las demás religiones en torno al tiempo. Para ellos, no es lineal, sino que tiene un momento perecedero, donde se ha de terminar todo y se vuelve a empezar. Esto ocurre, según la religión, cada 2,160,000,000 años.
Sin embargo, esto no es motivo de tristeza o desolación para sus creyentes. Por el contrario, significa el resurgimiento del mundo, la reconstrucción y vuelta de la vida reforzada.
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Para ello, el hinduismo cree en una tríada de deidades que, debido a sus cualidades, se encargan de destruir, planificar y reconstruir el universo. Ellos son Brahma, Vishnú y Shiva.
Shiva, dios de la danza de la destrucción y la meditación, es el encargado de demoler el universo, destruir con su capacidad demoniaca y la danza el universo.
Brahma es un anciano muy sabio, que es quien origina el cosmos. Es el creador de los tiempos.
Vishnú es el dios del orden. Se encarga de regular y organizar todo en el universo.
Haciendo una especie de sincretismo con la religión cristiana, esta tríada del hinduismo sería algo así como la Santísima Trinidad.
El poder de Shiva
Shiva es conocido como El Destructor, pero también se le relaciona como el patrón de los mendigos y bandidos. Es a Shiva a quien sele revelaron todas las sagradas escrituras, conocidas como los Vedas.
Otro de sus grandes atributos es la capacidad que obtuvo a través de los Vedas para alcanzar el máximo nivel de concentración y meditación, que le permiten obtener un equilibrio.
Shiva es un gran guerrero y líder.Tiene un lado oscuro, pero también es una deidad de fácil complacer. Representa la paternidad bondadosa y protectora, pero a su vez es un ser explosivo y bélico.
Para el hinduismo, Shiva es el ser más poderoso del universo.
Con información de National Geographic
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