Las expertas de la ONU que investigaron durante cuatro meses el envenenamiento al líder opositor ruso Alexei Navalni indicaron que las pruebas halladas apuntan a una "probable implicación" de oficiales del Gobierno ruso, presumiblemente de alto nivel, en ese suceso, ocurrido en agosto del año pasado.
En una carta oficial enviada a las autoridades rusas en diciembre las dos investigadoras de Naciones Unidas, Agnès Callamard e Irene Khan, dijeron que el veneno utilizado, Novichok, es una de esas pruebas.
"Los conocimientos necesarios para manejarlo y desarrollar nuevas modalidades de Novichok como la hallada en las muestras tomadas a Navalni sólo pueden encontrarse en agentes estatales", destacaron las relatoras en su misiva.
"Se trata de un producto desarrollado por la Unión Soviética, y sólo se tiene noticia de que Rusia lo fabrique, desarrolle y use". Detalló Callamard, especializada en ejecuciones extrajudiciales o arbitrarias. Durante una rueda de prensa organizada hoy para explicar los resultados de las investigaciones.
"Navalni fue atacado por ser quien es: un político, un activista contra la corrupción, y un crítico del Gobierno. Que en múltiples ocasiones denunció las prácticas corruptas de altos cargos rusos". Añadió por su parte Khan, encargada de libertad de expresión y opinión.
La agresión se produjo "para generar miedo y enviar la advertencia de que esto le puede pasar a cualquiera que ataque al Gobierno". Denunció Khan, mientras que Callamard lamentó que las autoridades rusas, lejos de responder a las peticiones de investigación, intentan atacar la credibilidad de la víctima.
Piden investigación internacional
"Dados la defectuosa respuesta de las autoridades nacionales, el uso de armas químicas, y el aparente patrón de asesinatos selectivos, creemos que debe llevarse a cabo urgentemente una investigación internacional" –subrayaron ambas al señalar que estas pesquisas son claves teniendo en cuenta que Navalni en prisión.
Otra prueba que apunta a que el Estado pudo estar involucrado en el ataque al líder opositor es el hecho de que éste se encontrara bajo vigilancia cuando lo envenenaron. "Por lo que es improbable que terceros administraran ese químico prohibido sin conocimiento de las autoridades".
Incluso en el "improbable caso" de que el ataque no fuera obra de las autoridades, Callamard y Khan aseguraron que el Ejecutivo "habría faltado a su obligación de proteger a Navalni". Quien ya en ocasiones anteriores fue objeto de amenazas y de al menos otros dos intentos de envenenamiento.
El Gobierno ruso "no puede escapar a sus obligaciones en derechos humanos negando su responsabilidad en el caso". Afirmaron tras reiterar que Navalni debe ser liberado.
Las expertas de la ONU dijeron también que el uso del Novichok viola la convención internacional contra el uso de armas químicas. Y las leyes de derechos humanos contra las ejecuciones arbitrarias y la tortura o el trato inhumano a detenidos.
El envenenamiento a Navalni "responde a una práctica observada desde hace décadas de asesinatos o intentos de asesinato contra ciudadanos rusos y críticos al Gobierno dentro o fuera del país". Un comportamiento que en su opinión "requiere ser respondido por la comunidad internacional".
EFE
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