Expertos de Irán y del grupo G5+1, compuesto por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, se reúnen los próximos dos días para concretar los detalles técnicos del acuerdo nuclear interino firmado en Ginebra.
Estas conversaciones, que se celebran en la sede de la ONU en Viena, son necesarias para poner en marcha el acuerdo que prevé una congelación parcial de las actividades nucleares de Irán a cambio de un levantamiento limitado de las sanciones internacionales.
Diplomáticos occidentales estiman que el acuerdo interno, firmado el pasado 24 de noviembre, pueda entrar en vigor en enero próximo, mientras que Irán asegura que congelará sus actividades a partir de finales de diciembre o comienzos de enero.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) también estará involucrado de alguna forma en las conversaciones, dijo hoy a Efe una portavoz de la agencia nuclear de la ONU.
El organismo debe verificar las medidas acordadas entre Irán y el G5+1, lo que exigirá más presupuesto y personal.
A diferencia de las negociaciones de Ginebra, lideradas por los ministros de Exteriores, la reunión de Viena se celebra a nivel de expertos y técnicos, por lo que no se prevén declaraciones públicas.
El encuentro de Viena se produce solo un día después de la primera inspección del OIEA, celebrada hoy en la instalación de agua pesada de Arak, una medida de transparencia pactada entre Irán y el organismo en otro acuerdo separado el pasado 11 de noviembre.
La comunidad internacional sospecha que bajo el paraguas de un supuesto programa nuclear civil, Irán quiera hacerse con los materiales y conocimientos para poder acceder a armas nucleares.
La República Islámica, que bajo el nuevo presidente, Hasan Rohani, ha cambiado su tono en el conflicto nuclear, rechaza estas alegaciones y dice que solo tiene intenciones pacíficas como la generación de energía eléctrica o la lucha contra el cáncer. EFE