El encarcelado expresidente peruano Alberto Fujimori sería dado de alta mañana de la clínica en la que fue internado para ser sometido a una serie de exámenes médicos, informó hoy su hija Keiko Fujimori.
La excongresista declaró a la prensa, tras ver a su padre en la clínica Centenario en Lima, que "esta visita se ha precipitado debido al cuadro de hipertensión que presentó el jueves", durante el inicio de un juicio por peculado contra el exgobernante (1990-2000).
Keiko Fujimori afirmó que "los síntomas y los resultados médicos son irrebatibles", al rechazar que se trate de una estrategia para mostrarlo más grave de lo que está.
La excandidata presidencial citó, entre los malestares de su padre, la presión arterial alta, un cuadro de depresión diagnosticado por más de cinco médicos y una caída de su peso en "más de 22 kilos".
"Lo que queremos declarar es que los signos médicos son clarísimos, son irrebatibles, no sólo lo han visto (el jueves durante la audiencia judicial), están en cada uno de los partes médicos hechos por diferentes médicos", afirmó su hija mayor.
Keiko afirmó que su padre "tiene toda la intención de asistir (al nuevo juicio), a pesar de que su presencia le ha significado una crisis de hipertensión", razón por la cual el proceso fue suspendido por la sala hasta el día 28.
"Vamos a esperar los resultados de todas las evaluaciones médicas que le están haciendo", declaró a los periodistas a la salida del centro de salud.
El presidente de Perú, Ollanta Humala, declaró que Fujimori es "libre de trazar la estrategia", mediática o no, que considere para defenderse en el nuevo juicio por presunta corrupción abierto en su contra, al ser consultado sobre la apariencia demacrada y desaliñada que mostró el exmandatario en la audiencia.
Fujimori se presentó al inicio del nuevo juicio oral por el delito de peculado por presuntamente haber desviado 122 millones de soles (43 millones de dólares) del Tesoro Público para pagar a diarios sensacionalistas durante su gobierno (1990-2000).
El exgobernante, de 75 años, se mostró demacrado y requirió la revisión de los médicos porque tenía un alza en su presión arterial.
"Cada uno sabe cómo lleva su proceso de carácter legal, tenemos que respetar el trabajo que realiza el Poder Judicial", comentó hoy Humala al ser consultado por periodistas sobre el inicio de ese nuevo proceso contra Fujimori, que ya tiene una sentencia por 25 años de prisión por abusos a los derechos humanos y otras menores por delitos de corrupción.
Humala afirmó que "cada uno es libre de trazar la estrategia, sea mediática o del mismo proceso, para defender sus intereses".
Fujimori llegó la noche de ayer en una ambulancia a la clínica Centenario, en el distrito de Pueblo Libre, bajo estrictas medidas de seguridad que no permitieron que los periodistas que lo aguardaban en los exteriores registraran su imagen.
En junio pasado, el presidente Ollanta Humala negó el indulto humanitario que solicitaron en octubre de 2012 los cuatro hijos de Fujimori a su favor, al seguir las recomendaciones de la comisión de gracias presidenciales que lo evaluó, al no tener una enfermedad terminal ni transtornos mentales graves.
La familia y allegados de Fujimori argumentaron en un inicio que este era un paciente de cáncer de alto riesgo, una condición que no padece actualmente, según indicó la junta médica que lo revisó./EFE
Sábado 19/10/2013