Los familiares de una mujer estadounidense que luchaba en Siria supuestamente al lado de los rebeldes aseguran que el FBI les ha confirmado su muerte, mientras el Departamento de Estado sigue investigando el suceso.
Dos agentes del FBI se entrevistaron el jueves por la noche en Michigan con familiares de Nicole Lynn Mansfield, de 33 años, y le confirmaron su muerte, según informó hoy el diario Detroit Free Press tras hablar con la tía de la víctima, Monica Mansfield Speelman.
El FBI ha evitado comentar esa información y el Departamento de Estado indicó hoy que hasta ahora no ha podido confirmar la muerte "debido a la situación de seguridad en Siria y el hecho de que Estados Unidos no tiene funcionarios consulares sobre el terreno".
El Gobierno estadounidense está "trabajando a través de su poder protector" en Siria, la República Checa, para que ellos encuentren el cuerpo y confirmen la identidad de la víctima, algo que aún no han podido hacer, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en su conferencia de prensa diaria.
La televisión estatal siria informó el jueves de que fuerzas leales al régimen de Bachar Al Asad mataron a tres occidentales, entre ellos una mujer estadounidense y un ciudadano británico, que supuestamente luchaban al lado de los rebeldes y a los que calificó de "terroristas".
La televisión siria identificó a la estadounidense fallecida por un pasaporte y una licencia de conducir del estado de Michigan, y sus familiares confirmaron hoy su identidad al diario Free Press.
"No sabía que podía ser (una terrorista), pero sólo Dios sabe", dijo la tía de Mansfield al rotativo.
La hija de Mansfield, Triana Lynn Mansfield, publicó hoy una rotunda defensa de su madre en su página de Facebook.
"Mi madre no era una terrorista. Ella viajó allí por una razón que desconozco, pero crean esto: la obligaron a quedarse. Me dijo que volvería en una semana", escribió. "¡Ellos son los que mataron a mi madre! ¡El Gobierno sirio! No porque fuera una terrorista, sino porque era estadounidense".
La abuela de Mansfield, Carol Mansfield, dijo a la cadena ABC que cree que su nieta viajó a Siria para "ayudar a asentar los problemas del mundo", y que la vio por última vez en diciembre.
La presunta víctima se convirtió al Islam tras casarse en 2008 con un hombre musulmán al que su familia nunca conoció, y del que se divorció poco después.
Mansfield viajó en 2009 a Emiratos Árabes Unidos para "aprender la cultura" del país, lo que provocó que su padre, Gregory Mansfield, contactara al FBI para señalar que estaba "preocupado por el bienestar" de su hija, según dijo a ABC Monica Mansfield, la tía de la supuesta víctima.
Psaki indicó hoy que Estados Unidos no tiene información de que otros estadounidenses hayan muerto en combate durante el conflicto armado en Siria, que comenzó en marzo de 2011 y han acabado con la vida de más de 70.000 personas, de acuerdo con cifras de la ONU. /EFE