Francia pidió a las autoridades libias que garanticen la seguridad de las sedes diplomáticas después de que explotara un coche bomba junto al consulado de Suecia en la ciudad libia de Bengasi, en el este del país, y ofreció ayuda a Trípoli para mejorar sus fuerzas de seguridad.
El Ministerio francés de Exteriores condenó el atentado, que no causó víctimas, y subrayó en un comunicado que París está dispuesta a ayudar a Trípoli a "enfrentarse a los desafíos de la transición y, en particular, a reforzar las fuerzas de seguridad nacionales".
La explosión causó grandes daños materiales, entre ellos el derribo de parte del edificio, situado en el céntrico barrio de Al Fauihat.
Las autoridades libias no han sido capaces de garantizar la seguridad en Bengasi, donde más de 60 personas han sido asesinadas desde la caída del régimen de Muamar al Gadafi en 2011 y varias misiones diplomáticas han sido blanco de ataques y atentados.
El mayor ataque de este tipo tuvo lugar el 11 de septiembre de 2012, cuando un grupo de hombres asaltaron el consulado estadounidense en Bengasi, donde murieron el embajador, Chris Stevens, y otros tres ciudadanos de EEUU./EFE