El Gobierno neerlandés anunció hoy que levantará las restricciones y empieza a desescalar el 28 de abril. Las terrazas llevan con sus sillas amontonadas desde octubre, los comercios sólo pueden recibir clientes con cita previa y, desde enero, se aplica un toque de queda nocturno a diario.
El primer ministro en funciones, Mark Rutte, enumeró en una rueda de prensa seis restricciones que serán suspendidas o se aplicarán de modo más relajado. Y subrayó que estos “primeros pasos cautelosos” que iniciarán la próxima semana son un “acto de equilibrio”. Aunque advirtió de que la reapertura del país “no se puede hacer sin riesgos, pero esos riesgos deben estar justificados” porque “se lo debemos a los sanitarios”.
El próximo día 28 dejará de aplicarse el toque de queda nocturno, vigente con polémicas desde el 23 de enero. Aumentará a dos personas el número de visitantes por hogar y día. Y reabrirán las terrazas al aire libre durante el día, entre las 12.00 y las 18.00 horas. Sujeta a condiciones como un máximo de dos personas por mesa, salvo que formen parte de un solo hogar.
En las terrazas debe haber una distancia de 1,5 metros entre las mesas, excepto si están separadas por pantallas de plástico. Y los clientes tendrán que garantizar a los camareros que no tienen ningún síntoma de COVID-19, ni han estado en contacto reciente con alguna persona contagiada con el coronavirus.
Los comercios no esenciales, que deben cerrar sus puertas a las 20.00 horas, podrán volver a recibir clientes sin cita previa. Pero también se le aplican condiciones menos estrictas al aforo, dependiendo del tamaño de la tienda. Y se amplía el número máximo de asistentes a los funerales, de 50 a 100 personas.
Además, todos los estudiantes de educación superior y universitaria podrán volver a asistir a las clases presenciales un día por semana a partir del día 26. Y se podrán volver a convocar clases para el examen teórico del carné de conducir, suspendidas desde hace meses.
Sin embargo, otros negocios, como los gimnasios, los parques de atracciones o los zoológicos, no podrán retomar sus actividades. Porque, subrayó Rutte, “el país no se puede reabrir de golpe, es la lección que aprendimos el pasado verano”. Y los siguientes pasos llegarán el 11 de mayo como pronto, si baja la presión hospitalaria y el número de contagios diarios.
Según los datos publicados hoy por el Instituto de Salud Pública (RIVM), los contagios por coronavirus han aumentado un 5,3% durante la tercera semana de abril. Lo que indica que la tercera ola aún no ha alcanzado su pico. Y la semana pasada se registraron un total de 53.981 nuevos positivos confirmados en siete días.
En lo que va de pandemia, Países Bajos ha confirmado 1,41 millones de contagios con el virus y ha documentado al menos 16.938 fallecimientos por la COVID-19.
Son muchos los sectores que esperaban este anuncio de la desescalada. Los proveedores de cerveza más importantes para la industria hostelera no han tardado en tranquilizar al sector de que tienen suficientes bebidas en stock para poder entregar barriles y botellas a todos sus clientes en una semana.
El gigante Heineken aseguró a la agencia ANP que tiene unos 8.000 clientes con terrazas y muchos han empezado a hacerle pedidos. Incluso antes de la rueda de prensa de Rutte porque fuentes del gobierno filtraron el posible anuncio horas antes de que se hiciera oficial. Lo que también permitió a muchos a limpiar las mesas de sus terrazas y prepararse para reabrir tras siete meses de cierres.
El buen tiempo está empezando a ser frecuente en Países Bajos y el sector hostelero lleva meses exigiendo que se les permita reabrir los espacios al aire libre porque están preparados para volver a recibir clientes con todas las garantías de seguridad que eviten los contagios, pero el inicio de la tercera ola retrasó esta decisión, que se preveía a finales de marzo. Muchos sobreviven desde el año pasado con ayudas del Estado y pedidos para llevar.
EFE
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online