El ministro neerlandés de Exteriores, Stef Blok, consideró hoy “nada sorprendentes” las críticas de China a la decisión del Parlamento de La Haya de calificar como “genocidio” la represión a la minoría musulmana uigur, aunque también defendió que no usará este calificativo hasta que no lo decida Naciones Unidas o la Justicia Internacional.
El ministro interino subrayó que “no es nada sorprendente” que las autoridades chinas hayan calificado como una “difamación deliberada” la moción respaldada ayer en el país por una mayoría parlamentaria para apostar por el uso de “genocidio” a la hora de hablar de las violaciones de derechos humanos en los campos de reeducación en la región noroccidental china de Xinjian, donde se estima que un millón de musulmanes uigures están confinados.
La embajada china en La Haya definió la decisión parlamentaria como una “grave injerencia en un asunto interno” de China que ignora “los hechos” y el “sentido común” porque “el genocidio está bien definido en el derecho internacional”, y esa definición no se ajusta -en opinión de Pekín- a la situación de los uigures.
Para Blok, estas palabras eran de esperar y reiteró su visión de que la situación de los derechos humanos en Xinjiang es "muy preocupante", algo que asegura haber planteado de forma regular en sus contactos directos con el Gobierno chino y a través de la Unión Europea, y prometió “continuar” haciéndolo.
Criterios legales
No obstante, advirtió de que el uso del término “genocidio” tiene “una serie de criterios legales fuertes que aún no se han cumplido” e instó a esperar primero a que Naciones Unidas o la Corte Penal Internacional (CPI) declaren oficialmente que lo que ocurre con los uigures es un “genocidio” en todo el sentido legal de la palabra.
Para Pekín, los diputados neerlandeses están haciendo un “mal uso del tema con fines políticos” debido a la cercanía de las elecciones legislativas del 17 de marzo y “esto demuestra su ignorancia y prejuicios hacia China, y su egoísmo y estrechez de miras”, según un portavoz de la embajada china.
En Europa, países como Francia, Suecia o Reino Unido también están debatiendo tomar pasos similares a los del Parlamento neerlandés, que ha sido el primero en la Unión Europea (UE) en calificar como “genocidio” esta represión.
Después de Estados Unidos, el Parlamento de Canadá también aprobó el lunes -con la ausencia del primer ministro, Justin Trudeau, y varios miembros de su Gobierno- una moción del Partido Conservador que considera que las acciones de China en Xinjiang "se corresponden con la definición de genocidio" de la Convención de Naciones Unidas sobre la cuestión.
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