Grecia alcanzó un acuerdo entre sus socios y acreedores, lo que le permitiría quedar bajo la supervisión externa a cambio de el inicio de una nueva negociación para un nuevo rescate de 86.000 millones de euros, lo que brindaría que este país, altamente endeudado, pueda quedarse en la zona euro.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, explicó que este sería el principio de un proceso que no será sencillo debido a que aún quedan “trámites parlamentarios” y que existen detalles que por la situación actual de la economía griega, “son complicados”.
Entre una de las medidas que se acordaron en la cumbre de emergencia, se obliga a Alexis Tsipras, primer ministro de Grecia, que abandone su promesa de acabar con la austeridad del país.
El ministro de Reformas de Grecia, George Katrougalos, explicó a través de una entrevista que: "O aceptamos estas medidas draconianas o habrá una muerte repentina para nuestra economía porque los bancos continúan cerrados. De modo que es un acuerdo al que prácticamente estamos obligados".
Sin el acuerdo de estas condiciones, Grecia hubiera acabado con su economía, ya que sus bancos se encuentran a punto de colapsar y hubiesen tenido que abandonar la moneda europea.
"En este compromiso, no hay ganadores ni perdedores (…) No creo que el pueblo griego haya sido humillado, ni que los otros europeos hayan perdido el respeto. Se trata de un arreglo típico de Europa”, expresó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, luego de 17 horas de negociaciones.
Con información de un portal web internacional.
2015-07-13