Miembros de la comunidad de haitianos en el sur de Florida reclamaron este viernes al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, una "política humanitaria". Y que imponga una moratoria de las deportaciones de nacionales de ese país. En vista de la inestabilidad política acrecentada tras el asesinato del presidente Jovenel Moise.
La directora ejecutiva de la organización Family Action Network Movement (FANM), Marleine Bastien, señaló que Biden debe honrar sus promesas. Y liberar a todos los haitianos solicitantes de asilo que se hallan detenidos por las autoridades migratorias.
Criticó que el martes aterrizara en Haití un avión con deportados originarios de ese país a bordo y en medio de revueltas sociales.
"La situación es terrible", dijo la también fundadora de FANM, una organización que presta ayuda social a la diáspora del país caribeño en el sur de Florida. Estado donde, dijo, se concentra el mayor número de inmigrantes haitianos en Estados Unidos, seguido de Nueva York.
La dirigente local saludó que en mayo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Ampliase por 18 meses el Estatus de Protección Temporal para los haitianos. Pero urgió la creación de una comisión bipartidista en el Congreso a fin de abordar la legalización de los 11 millones de indocumentados en EEUU.
Bastien puso de relieve la inestabilidad social y política del país más pobre de América. Situación que se recrudeció desde antes del magnicidio, con el consecuente aumento de abusos de los derechos humanos, secuestros y violaciones de mujeres y menores.
"Nuestra preocupación ahora es la seguridad en Haití. A la gente la secuestran en sus casas, hay pueblos fantasmas desde hace meses, ha habido masacres. La violencia ha alcanzado niveles muy altos", explicó la dirigente.
INESTABILIDAD POLÍTICA
En aquella rueda de prensa, la congresista Frederica Wilson solicitó a la Administración del presidente Biden que nombre un enviado especial a Haití. Para facilitar "recursos diplomáticos adicionales", un cargo que, dijo, pidió desde antes del magnicidio en vista de la inestabilidad política y económica del país.
"No es solo el asesinato al presidente, es quién lo asesinó y por qué", alertó la legisladora. Quien agregó que Haití bajo el acecho de por lo menos un centenar de bandas y pandillas que "están viendo como tomar el control".
Asimismo, agregó que la diáspora haitiana declaró "persona non-grata" a la enviada de la ONU al país, Helen La Lime, quien ha solicitado a la nación caribeña el apoyo al primer ministro interno Claude Joseph, que está a cargo del manejo del país tras el asesinato del presidente Moise.
Finalmente, declaró que "el pueblo haitiano debe decidir a sus líderes, no ella", aseveró la directora ejecutiva de FANM. Quien recordó que hay diferentes interpretaciones de la Constitución sobre la sucesión presidencial.
EFE
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