El presidente del Bayern Múnich, Uli Hoeness, se enfrentará mañana la primera asamblea anual del club después de que estallara el caso de evasión fiscal por el que deberá responder ante la justicia en unos pocos meses.
En su calidad de máxima autoridad de la exitosa institución de Múnich, Hoeness deberá exponer un informe de la situación del club que la temporada pasada conquistó el histórico triplete de Liga, Copa y Liga de Campeones.
La comparecencia de Hoeness ha despertado gran expectación en vista de la delicada situación del dirigente de 61 años, que podría ser condenado a una pena de cárcel por evasión impositiva.
El legendario dirigente se sentará en marzo de 2014 en el banquillo de los acusados por cargos de evasión fiscal por varios millones de euros.
Hoeness presentó en enero una "autodenuncia" admitiendo haber ocultado beneficios de capital de una cuenta en Suiza en la que llegó a tener 20 millones de euros (unos 26 millones de dólares), pero después de varios meses de investigación, la fiscalía presentó en junio su acusación.
El caso causó un gran revuelo en Alemania, donde el directivo estaba considerado una autoridad moral y tenía numerosos contactos, también en el mundo político y empresarial. Incluso la canciller Angela Merkel se mostró "decepcionada" con Hoeness.
Pero se descuenta que el club le otorgue su plena confianza. "La amistad se demuestra en tiempos difíciles. Hay una simpatía general de los hinchas, de todos los que tienen cargos en este club y todos estamos con Uli Hoeness", destacó de cara a la cita el presidente de la junta directiva del club, Karl-Heinz Rummenigge. "(El escándalo) No nos afecta para nada. Sólo afecta a Uli Hoeness, pero nosotros dijimos desde el principio que quien ha hecho tanto por el club se merece que en tiempos duros el club y todos lo respalden".
Hoeness recibe expresiones de cariño y respaldo prácticamente a diario. También sigue gozando de la confianza de las empresas representadas en el Consejo de Vigilancia del Bayern que preside pese a que se cuestionó su permanencia en el cargo.
"¿Por qué debería renunciar? Nunca hubo una razón porque siempre tuve el respaldo pleno de los hinchas, los afiliados, el Consejo de Vigilancia y el de Administración", sostuvo días atrás. "Fueron un par de periodistas los que a toda vista no quieren aceptar que el club y su presidente estén unidos".
El informe de este año arrancará aplausos a los afiliados del Bayern. El equipo conquistó el triplete, después la Supercopa y rompe un récord tras otro en la liga.
Además, se espera que el balance sea también impecable, acorde con los éxitos deportivos. "Sin querer adelantarme a lo que dirá nuestro encargado de finanzas Jan-Christian Dreesen puedo revelar que volveremos a presentar los mejores resultados de la historia del club, sin jeque ni oligarca y sin deudas", celebró Rummenigge.
"Por primera vez superaremos los 400 millones de euros (530 millones de dólares) de facturación y también incrementaremos considerablemente los beneficios. En el ejercicio pasado, el Bayern facturó por 332,2 millones de euros y obtuvo ganancias de 11,1 millones de euros".
"La clave es, especialmente, el estadio. Desde entonces tenemos cada año un volumen de ventas creciente, un desarrollo estable de beneficios y somos rentables con un equipo que puede ser considerado caro. Los jugadores ganan mucho. No tanto como en el Manchester City o en el París St. Germain, pero mucho", precisó Rummenigge./dpa