EFE
El Ministerio de Transporte de Japón ha iniciado una investigación sobre el último fallo detectado esta semana en una batería de los aviones 787 de la aerolínea Japan Airlines (JAL), informó hoy la cadena NHK.
Las autoridades niponas pusieron en marcha la investigación este jueves después de que el personal de mantenimiento del aeropuerto tokiota de Narita detectara el pasado martes humo saliendo de la parte inferior del fuselaje del 787, en el que no había pasajeros a bordo.
Este modelo de Boeing protagonizó el año pasado una serie de averías en sus baterías que obligó a mantener todos estos aparatos en tierra en todo el mundo durante meses.
Tanto personal del Consejo nipón de la Seguridad en el Transporte como representantes de la Agencia Federal de Aviación (FAA) están participando en los exámenes puestos en marcha por el Ministerio japonés.
Tras abrir la caja de la batería y comprobar el estado de su interior se realizará un análisis detallado de sus distintos componentes, detalló la NHK.
La aerolínea japonesa descartó que las baterías de sus 787 tuvieran ningún problema, por lo que ha continuado con todos los vuelos de estos aviones.
Boeing aseguró, por su parte, que las mejoras implementadas en las baterías de los 787 para alertar de sobrecalentamiento "parecen haber funcionado".
El último problema se detectó durante una revisión realizada dos horas antes de que el avión de JAL afectado tuviera previsto despegar con destino a Bangkok (Tailandia).
El panel de control del aparato avisó a su vez de un funcionamiento incorrecto en la batería principal y en los sistemas de carga.
Más tarde se comprobó que una de las válvulas de ventilación de una de las ocho baterías de ion-litio se activó y se encontró una pequeña fuga del líquido de dicho acumulador.
La válvula de ventilación es una de las modificaciones realizadas por Boeing después de la grave cadena de averías detectadas a principios de 2013, y está diseñada para liberar presión de los contenedores de las baterías cuando se produce un sobrecalentamiento de las mismas.
A principios de 2013, varias aerolíneas de todo el mundo mantuvieron durante unos 4 meses sus 787 Dreamliner en tierra después de registrarse varios casos de sobrecalentamiento en las baterías de los aparatos.
Aunque Boeing no pudo establecer con total claridad la razón de las averías, rediseñó el sistema para prevenir los casos de sobrecalentamiento.