La abolición de la pena de muerte en el mundo es "una prioridad" en la política exterior española en materia de derechos humanos, subrayó el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, donde este año se celebró un Congreso sobre este asunto.
Con motivo del Día Mundial y Europeo Contra la Pena de Muerte, el departamento expresó en un comunicado que en los últimos años "la firme posición de España" se ha plasmado en la creación y apoyo a la Comisión Internacional contra la pena de muerte y, sobre todo, en la celebración en Madrid del V Congreso Mundial sobre ese tema, en junio pasado.
Este congreso supuso un "éxito sin precedentes", según el comunicado, en el que se recuerda que el evento contó con el apoyo económico, político y logístico de España como país anfitrión.
En el congreso se puso de manifiesto que si bien dos tercios de los Estados del mundo caminan hacia la abolición definitiva de la pena de muerte, se sigue aplicando en el resto de países y en algunos casos se violan las mínimas garantías del derecho internacional.
"Este congreso fue una pausa necesaria para reflexionar, crear redes y seguir diseñando estrategias para afrontar los retos que la pena de muerte plantea a la comunidad internacional, cada vez más convencida del carácter indigno, inhumano y degradante de esta pena", agregó el ministerio español.
España ha desempeñado un "papel destacado y reconocido por otros Estados en la defensa de la abolición de la pena de muerte" en foros internacionales como la Unión Europa, el Consejo de Europa, la OSCE y Naciones Unidas, destaca el comunicado.
El Día Mundial contra la Pena de Muerte se creó en 2003 en respuesta a un llamamiento hecho por la Coalición Mundial contra este tipo de castigo y que reúne a organizaciones no gubernamentales, asociaciones de abogados, sindicatos y gobiernos de todo el mundo.
En 2007 se declaró esta misma fecha como el Día Europeo Contra la Pena de Muerte./EFE