La parroquia Santísimo Cristo de la Victoria en Madrid (España) es el punto de referencia para los venezolanos en España; y desde hace pocos días custodia una reliquia del beato José Gregorio Hernández, conocido como el médico de los pobres y beatificado el 30 de abril.
El pasado 13 de junio se celebró en una Misa de acción de gracias por la beatificación de José Gregorio Hernández en la parroquia del Santísimo Cristo de la Victoria. Presidida por el Cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas y Arzobispo de Mérida (Venezuela); y concelebrada por el Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, Mons. Luis Armando Tineo, Obispo emérito de Caracas (Venezuela); y el P. Alfredo Jiménez, párroco del Santísimo Cristo de la Victoria.
Durante la homilía, el Cardenal Porras aseguró que el beato José Gregorio Hernández sintió “la necesidad de devolver el bien a sus compatriotas desde la humildad y la generosidad”, según recoge la Arquidiócesis de Madrid.
El administrador apostólico de Caracas también recordó que el beato José Gregorio Hernández es un ejemplo para tantos “hombres y mujeres que, por ser creyentes y poniendo la fuerza de la gracia del Señor; han sabido ser coherentes con su condición de creyentes, pasando por el sufrimiento, por el dolor, por la muerte”.
Además animó a que “no desaparezca la alegría ni el sentimiento de esperanza”.
Al término de la Misa, el Cardenal Carlos Osoro aseguró que el nuevo beato fue alguien “que no pasó de largo por este mundo”, sino que se “entretuvo en las cosas más importantes”.
El Arzobispo de Madrid destacó que la presencia de la reliquia del beato José Gregorio Hernández en Madrid ”de alguna forma, representa lo que somos y la ayuda que podemos prestar aquí a nuestra tierra, a España”.
Según informan desde la Arquidiócesis de Madrid, esta reliquia fue llevada a España por el Cardenal Porras y es una de las 160 que fueron confeccionadas por las Hermanas Siervas de Jesús de Venezuela con motivo de la beatificación del médico de los pobres. Son restos de osamenta de José Gregorio, a quien se invita a pedir su intercesión ante los problemas de salud.
La beatificación de José Gregorio Hernández tuvo lugar el 30 de abril en Venezuela. El Papa Francisco lo definió como “un modelo de santidad comprometida con la defensa de la vida, con los desafíos de la historia y, particularmente, como paradigma de servicio al prójimo, como un buen samaritano, sin excluir a nadie. Es un hombre de servicio universal”.
El beato José Gregorio Hernández nació en 1864 en Isnotú (Venezuela), estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Fue médico rural, hasta que su maestro le propuso completar sus estudios en París y Berlin. Cuando volvió a Venezuela implantó los avances médicos que encontró en Europa, trabajó como docente e investigador.
Vivió una vida de servicio, a disposición de todo aquel que lo necesitara, especialmente de quienes no se lo podían retribuir, especialmente a los enfermos necesitados.
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