Recientemente se conoció que China a través de su empresa energética, PetroChina, se quedó con la mayor participación accionaria de uno de los yacimientos de petróleo más grandes del planeta. La corporación es una filial de la China National Petroleum, ubicada en Pekín y tiene operaciones en distintos sectores.
La estatal asiática tiene activos dentro y fuera de su territorio y ahora es dueña del yacimiento West Qurna 1, en el sur de Irak.
En este sentido, diversos funcionarios de alto rango de Irak se reunieron este lunes con representantes de las multinacionales ExxonMobil, Basra Oil y PetroChina para oficializar la salida de la empresa norteamericana y hacer el respectivo traspado a compañía china.
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China y Rusia en la vanguardia petrolera
Este es un paso más que demuestra el avance que han tenido tanto China como Rusia por apoderarse de gran parte del mercado energético en el mundo entero. De hecho, semanas antes el Ministerio de Petróleo de Irak anunció que la principal empresa petrolera de Japón vendió su participación del campo de Eridu, dejando el camino libre para que estos gigantes aprovechen su potencial.
Por su parte, China proyecta elevar la produccción del West Qurna 1 a 600 mil barriles diarios a finales del 2024 para competir contra los grandes del sector de esta materia prima.
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