Las FARC volvieron a usar la música como herramienta para acercar su mensaje y junto con el grupo cubano Cuentas Claras compusieron un rap llamado "Pueblo colombiano pa’la mesa", en el que denuncian la situación en la que viven los campesinos en el país suramericano.
El tema musical se difundió a través de un vídeo grabado en Cuba en el que canta la guerrillera holandesa Tanja Nijmeider y participa el "Sargento Pascuas", ambos negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los diálogos de paz con el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
El rap no es un género desconocido para las FARC, que en septiembre de 2012 publicaron el tema "Nos vamos para La Habana", interpretado por un grupo de guerrilleros que saludaban el proceso de paz que empezó en noviembre de ese año, pero este es solo un ejemplo de la relación de los rebeldes con la música.
Tras las fallidas negociaciones de paz en la región selvática colombiana del Caguán (1998-2002), nació "La canción del guerrillero", un merengue que instaba a "mover la cintura con fusil y partitura porque llegan las FARC".
Esa canción hubiera pasado desapercibida en las pistas de baile de no ser por la letra, ya que invitaba a luchar contra el Gobierno con versos como "Traca, traca, traca, tra, el Gobierno caerá", en un intento de emular el ruido de las metralletas.
El vallenato, ritmo genuino de Colombia y uno de los más populares del país, junto a la salsa y el reguetón, también ha formado parte de las iniciativas musicales guerrilleras a la cabeza de alias "Julián Conrado", conocido como "El cantante de las FARC", que grabó más de 15 álbumes de ese género musical.
En el vídeo difundido este martes, la guerrillera holandesa que se unió a las FARC hace más de una década y otro miembro de ese grupo identificado como Boris, cantan junto a los Cuentas Claras el rap en el que los campesinos en Colombia son interpretados por el "Sargento Pascuas".
Miguel Pascuas, alias "Sargento Pascuas", formó parte del medio centenar de campesinos que liderados por Manuel Marulanda, conocido como "Tirofijo", fundaron las FARC en 1964 en Marquetalia (Tolima, centro), y al día de hoy es el último superviviente de esa vanguardia guerrillera.
La letra alude a las negociaciones de paz de La Habana y empieza con la estrofa "En el nombre de los explotados/ de los niños descalzos y mal alimentados/ de las mujeres y hombres mal pagados, mal formados/ de los campesinos amenazados/ no estamos asustados".
El vídeo lo presenta Nijmeider, "desde La Habana, capital de paz del continente", y en otra estrofa dice: "pueblo colombiano pa’la mesa/ vamos todos juntos, sin falsas promesas/ como Don Quijote sin temor que me derroten/ que el pueblo se nos una/ que la verdad se toque".
Es una referencia a la propuesta de creación de una Comisión de la Verdad, que la guerrilla pone como condición para abordar en la mesa el punto sobre las víctimas y que el Gobierno se niega a impulsar hasta el final del proceso.
En el rap hay duras críticas a la oligarquía, el Gobierno y los sectores poderosos, de los que dice "tienen miedo que los pobres hagan bloque/ adquieran conocimiento/ y en un choque los derroten".
Y prosigue: "si yo vengo a conversar y tu me vienes a atacar/ óigame pueblo, no se dejen engañar/ el cese al fuego es bilateral/ pero si el falso positivo y la masacre siguen igual/ entonces, ¿quién carajos está actuando mal?".
En el vídeo, las FARC advierten que "esto se va a poner caliente/ con la constituyente" y prosiguen con sus mensajes: "es que tenemos que parar a los que vienen a saquear/ y con nuestras riquezas se proponen engordar/ y entonces no les cuadra la consciencia popular/ temen que los de abajo ya no se dejen callar".
La guerrilla acusa a los terratenientes de seguir con los asesinatos y masacres en su propio beneficio: "los que acumulan tierra de manera muy conchuda/ si no negocia el campesino pues negocian con la viuda". EFE