Las autoridades de Burundi pusieron en libertad a un periodista francés y a otro británico arrestados ayer en el país, informó la Asociación de Corresponsales Extranjeros de África Oriental (FCAEA, en sus siglas en inglés).
El corresponsal de "Le Monde" para África, Jean-Philippe Rémy, y el fotógrafo británico Phil Moore, fueron liberados sin cargos junto al periodista burundés Hermès Ntibandetse, de la Radio Pública Africana, según el Comité de Protección de los Periodistas (CJP).
Las autoridades de Burundi confiscaron sus cámaras, teléfonos móviles y material de trabajo.
HRW pidió liberación de periodistas
Human Rights Watch (HRW) pidió a las autoridades de Burundi que liberen de forma "inmediata" a dos periodistas arrestados ayer en el país, el corresponsal de "Le Monde" para África, Jean-Philippe Rémy, y al fotógrafo británico Phil Moore.
"Las autoridades burundesas deben liberar inmediatamente al periodista francés Jean-Philippe Rémy y al fotógrafo británico Phil Moore, detenidos en Buyumbura, a menos que haya una base jurídica creíble para mantener su detención", reclamó la organización defensora de los derechos humanos en un comunicado.
Aunque las autoridades burundesas todavía no han ofrecido una versión oficial de lo ocurrido, al parecer Rémy y Moore estaban cubriendo alguna actividad de la oposición y fueron detenidos durante una redada policial.
HRW exigió también que se garantice la seguridad de los periodistas, en un país que atraviesa una crisis política y humanitaria muy grave desde el pasado año.
Las autoridades de Burundi, según la organización, "deberían asegurarse de que no son maltratados durante su detención y de que representantes diplomáticos y abogados pueden visitarlos inmediatamente".
HRW también reclamó al Gobierno de Burundi que permita a los periodistas nacionales y extranjeros realizar su trabajo "sin obstáculos ni intimidación".
Así, exigió que los reporteros puedan investigar y contactar con fuentes diversas y numerosas, tanto del Gobierno como de la oposición.
La detención de Rémy y Moore se ha producido en un contexto de grave represión hacia los periodistas por parte de las autoridades burundesas, que mantiene cerradas las principales emisoras privadas de país desde el pasado abril.
La ola de violencia que ha colocado a Burundi al borde del genocidio se recrudeció precisamente entonces, después de que el presidente, Pierre Nkurunziza, anunciara que se presentaba por tercera vez a las elecciones, en contra de lo establecido en la Constitución.
Después de que Nkurunziza fuera reelegido el pasado mayo, su Gobierno se ha mostrado cada vez más hostil hacia el trabajo de los periodistas extranjeros que cubren sobre el terreno el deterioro de la situación en este pequeño país de África Oriental. /EFE
2016-01-29