Los partidarios del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi aseguraron hoy que seguirán con sus protestas pese a las amenazas del Gobierno de acabar con ellas, y pidieron a la comunidad internacional que evite nuevas masacres de civiles.
El portavoz de la Coalición Nacional para la Defensa de la Legitimidad, Ahmed Nashar, cuya formación incluye a los Hermanos Musulmanes, dijo a Efe que "resistirán de modo pacífico" en sus acampadas en las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda.
Nashar subrayó que la decisión adoptada hoy por el Ejecutivo de tomar todas las medidas para poner fin a estas protestas es "propia de un estado represivo y de un régimen militar, policiaco y dictatorial".
"Cuando las protestas populares son de apoyo al gobierno, consideran que son pacíficas, pero cuando son de la oposición suponen para ellos un peligro para la seguridad nacional", denunció.
Por su parte, el portavoz del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la Hermandad, Ahmed Subaya, pidió a la comunidad internacional que asuma "su responsabilidad para impedir eventuales masacres de civiles desarmados".
En declaraciones a Efe por teléfono, Subaya señaló que el Gobierno egipcio "tiene el deseo de continuar con el asesinato de los manifestantes pacíficos partidarios de Mursi".
El pasado sábado, ochenta seguidores de del depuesto presidente fallecieron en El Cairo en enfrentamientos con la policía cerca de Rabea al Adauiya.
El Gobierno anunció hoy que ha decidido adoptar "todas las medidas necesarias" para poner fin a las acampadas de los islamistas en El Cairo, al considerar que suponen "un peligro para la seguridad nacional y la paz social".
La ministra de Información, Dorreya Sharafedin, dijo, tras una reunión del Ejecutivo, que se ha encargado al Ministerio del Interior tomar dichas medidas.
El pasado 27 de julio, el titular del Interior, Mohamed Ibrahim, afirmó que se preparaban para desmantelar "muy pronto" las acampadas de los seguidores de Mursi.
Fuentes de seguridad revelaron esta semana a Efe que se pretendía haber disuelto ya por la fuerza las acampadas de los islamistas, pero la visita de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, había frenado estos planes.
Ashton abandonó ayer El Cairo tras reunirse por un lado con las autoridades egipcias y por otro con representantes de los Hermanos Musulmanes y con el mismo Mursi, que se encuentra retenido por el Ejército desde que fue depuesto el pasado 3 de julio. EFE