Redacción 2001.com.ve | Lenys Vargas | @lenysvargas
La población de Orlando en Estados Unidos fue testigo del peor acto de terror vivido en la historia de ese país desde el pasado 11 de septiembre, esta vez protagonizado por Omar Mateen quien proclamándose militante del Estado Islámico (EI) asesinó a 50 personas e hirió a otras 53 (la mayoría de procedencia hispana) en Pulse, uno de los bares de ambiente más concurridos en la zona.
Ante el hecho, distintos voceros de la comunidad internacional se manifestaron consternados al tiempo que expresaron su repudio ante un acto cuyo motivo más allá del terrorismo, de la homofobia o la xenofobia, fue movilizado por el odio.
La embajada de Estados Unidos en Venezuela y la Cancillería, han sido los únicos entes oficiales que en representación del Estado se ha pronunciado al respecto, a pesar de que entre las víctimas fatales de la masacre, está Simón Carrillo, un ciudadano de procedencia venezolana.
Ante esto la activista por los derechos LGBTI y presidenta de la Fundación Reflejos de Venezuela, Ana Margarita Rojas dijo en una entrevista exclusiva a 2001 que "el silencio es cómplice" y consideró que "las religiones o creencias que usan el nombre de Dios para matar se desvirtúan de cualquier tipo de fe".
Por su parte el Movimiento Proinclusión de Voluntad Popular, liderado por la diputada Tamara Adrián, también manifestó su rechazo y pesar por el acto terrorista en Florida, reiterando a través de un comunicado "la necesidad de generar un marco legal que proteja a las personas LGBTI contra los crímenes de odio que se hacen más comunes a diario en nuestro continente y en nuestro país".
Rojas también recordó que en el país no existe ningún marco legal que sirva de instrumento para proteger a las personas que sufren crímenes de odio en la comunidad LGBTI por lo que “el crimen de odio en Venezuela de índole discriminatorio no está penalizado” generando esto "una sociedad pacatamente tolerante".
La presidenta la ONG destacó la vulnerabilidad de las personas de esa comunidad, "en Venezuela, si pasara una situación como esta, no sería condenada”, ya que “la sociedad no discrimina" este tipo de actos y se crea “un silencio cómodo”, entre los afectados que favorece a los agresores.
Ana Margarita Rojas consideró que más allá del móvil de este tipo de crímenes hay que preguntarse ¿quién valida el odio? ¿quién acepta el odio?, señalando que "el motor no importa, sino el odio que detonó en él".
"Dolientes somos todos"
La activista se pronunció ante el asesinato de Simón Carrillo, venezolano entre las víctimas en Pulse, asegurando que aunque muchas personas sientan que este tipo de tragedias no las tocan, esta afecta directamente a la sociedad venezolana ya que es un dolor que no solo afecta a sus padres y allegados, "dolientes somos todos", dijo.
Primer observatorio LGBTI en Venezuela
Ana Margarita Rojas, anunció que la Fundación Reflejos de Venezuela trabaja en la creación del primer observatorio LGBTI en Venezuela, el mismo que llevará las estadísticas de actos y crímenes discriminatorios en el país,"las personas podrán poner su denuncia", dijo, sosteniendo que "nadie defiende el derecho del que no habla" y que el fin de este es precisamente "poner en evidencia a la gente que detona este tipo de situaciones (masacre de Orlando)".
Resaltó que en el país existen varias iniciativas para dar respeto y visibilidad a la comunidad, destacando que los concejales de Chacao trabajan en la creación de una ordenanza para la no discriminación por preferencias sexuales en ese municipio, esta se está discutiendo.
La Red LGBTI trabaja también en una iniciativa promovida en la Comisión de Desarrollo de la Asamblea Nacional, tal como Venezuela Igualitaria, cuyas propuestas permanecen “engavetadas” en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Lamentó que como venezolanos y en específico la comunidad LGBTI “hemos perdido la capacidad del ejercicio de la ciudadanía, de invocar nuestros derechos desde la premisa de que no somos distintos”.
Lo ocurrido en Orlando, es un reflejo de los crímenes de odio que se presentan en la sociedad y el mensaje es claro para el mundo, ser, pensar o amar de una manera “distinta” le dio permiso a un hombre para matar a 50 ciudadanos inocentes, generando todo tipos de reacciones en el mundo.
En Venezuela, sin una legislación que promueva el respeto, que sea garante de la seguridad y de la no impunidad ante los ataques de odio de los que a diario son víctimas, las personas de la comunidad LGBTI existe gran vulnerabilidad a este tipo de actos, ya que no hay ningún tipo de representación legal que les sirva de apoyo.
2016-06-13