La cubana Mavys Álvarez, quien a los 16 años mantuvo una relación sentimental con Diego Maradona que calificó de violenta, declaró el jueves como testigo ante la justicia argentina en el marco de una denuncia contra allegados del fallecido astro del fútbol por supuesta trata de personas.
Álvarez, de 37 años, prestó su testimonio durante unas tres horas bajo el sistema de “cámara Gesell”. Además, se utiliza habitualmente para víctimas de abusos; en dependencias del Ministerio de Justicia.
“Muchas gracias a todos por estar acá”, expresó la mujer a la salida del edificio. No aceptó preguntas de los periodistas. Uno de sus abogados, Fernando Míguez, agradeció a la prensa “por el respeto” hacia su clienta.
La cubana testificó luego de que en septiembre se refirió en una entrevista con un canal de televisión de Miami, a la relación que mantuvo de adolescente con Maradona.
Mientras éste se encontraba en Cuba tratando su adicción a las drogas a principios de la década de 2000.
A pesar de definir la relación como “consentida”, la cubana señaló que se hizo adicta a la cocaína inducida por Maradona.
Álvarez apuntó que los llegados de Maradon, exrepresentante y amigos lo acompañaron en Cuba
Además contó que fue víctima de violencia de género en varias ocasiones y que ambos viajaron a Buenos Aires a fines de 2001. Sin pasar por un control adecuado en Migraciones de Argentina, donde fue presionada a realizarse los implantes mamarios.
Es este viaje, que según la mujer se dio sin consentimiento de sus padres pese a que era menor de edad. Lo que motiva la intervención de la justicia argentina por presunta trata de personas.
Álvarez también apuntó a los allegados del exfutbolista, como su exrepresentante Guillermo Coppola y otros amigos que lo acompañaron durante su estadía en Cuba. Los abogados de los denunciados estuvieron presentes durante la declaración de la mujer.
La justicia no ha determinado aún si aceptará a la mujer como querellante en el caso
La denuncia judicial fue impulsada por la Fundación por la Paz y el Cambio Climático ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas en Buenos Aires, a la que luego se sumó Álvarez con el patrocinio de su abogado, quien señaló que habría sido traída al país en 2001 con aparentes “fines sexuales” y “bajo presiones”.
Álvarez denunció que el entorno de Maradona no la dejaba salir del hotel donde se alojaba, y que luego fue trasladada a una casa donde tuvo que ser curada de la infección que le produjo la cirugía.
Coppola afirmó a medios de prensa que él fue “testigo de una historia de amor” entre la cubana y el futbolista y que no hubo delito alguno.
El exrepresentante de Maradona dijo que no sabía “que fue un calvario, que fue tan duro” para Álvarez. “A esta altura no me tengo que limpiar de absolutamente nada, yo sé cómo soy y cómo me manejé”, sostuvo.
Maradona viajó con Álvarez a Argentina para participar de su partido homenaje en la cancha de Boca Juniors en noviembre de 2001 y aprovechando su estadía, la joven se hizo la cirugía estética.
Según el abogado Míguez, titular de la Fundación por la Paz y el Cambio Climático, un funcionario de la embajada argentina en La Habana logró sacar a la joven de Cuba con el aparente consentimiento del fallecido líder cubano Fidel Castro.
Y que luego de pasar migraciones, sin que nadie le preguntara qué edad tenía o dónde se iba a alojar, “el jefe de la custodia de Maradona la trasladó al hotel”.
Con información de AP.
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