La primera dama de EE.UU., Michelle Obama, se implicó este miércoles por primera vez en el debate sobre el control de las armas en el país y durante un acto en Chicago, con lágrimas, pidió al Congreso que vote las reformas planteadas por su marido, el presidente Barack Obama.
Obama "está luchando tan duro como puede e incluyendo a la mayor cantidad de personas posible para sacar adelante reformas de sentido común para proteger a nuestros niños de la violencia de las armas", subrayó la primera dama en un acto de recaudación de fondos para dar apoyo a los jóvenes de Chicago y hacer más seguros sus barrios.
"Esas reformas se merecen un voto en el Congreso", declaró Michelle Obama en la línea de lo que lleva pidiendo el presidente desde que las presentó en enero a raíz de la masacre de la escuela Sandy Hook de Newtown, donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 adultos.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, dijo ayer que programará para este jueves un voto de procedimiento clave para iniciar el debate formal sobre el control de las armas, pese a la objeción de los detractores de la medida.
Precisamente hoy los senadores estadounidenses Pat Toomey y Joe Manchin anunciaron un acuerdo bipartidista mediante el cual se ampliaría el control de antecedentes para todas las ventas comerciales de armas.
La primera dama recordó en su discurso, emocionada, el día que asistió en Chicago al funeral de Hadiya Pendleton, una adolescente de 15 años asesinada a tiros días después de haber participado en el desfile de la segunda investidura presidencial de Obama.
"Al visitar a los Pendleton en el funeral, yo no podía creer lo familiar que me sentía y me di cuenta de que la familia de Hadiya era como mi familia. Hadiya Pendleton era yo, y yo era ella", dijo Michelle Obama, nacida y criada en un barrio de clase trabajadora del sur de Chicago.
Después de su discurso en el acto de recaudación de fondos la primera dama se reunió con estudiantes de un instituto del sur de Chicago, una de las ciudades más afectadas por la violencia de las armas, sobre todo entre sus jóvenes.
Hasta ahora Michelle Obama ha estado vinculada a causas de bajo perfil político, como el apoyo a los veteranos y familias de militares y la lucha contra la obesidad infantil por medio del fomento de la alimentación saludable.
Su implicación en el tema del control de las armas con el discurso de hoy en Chicago ha sido interpretada por muchos analistas y medios como un presagio de que prevé tener un rol más activo en el segundo mandato de su marido. /EFE