EFE
Narendra Modi tomará mañana posesión de la jefatura de Gobierno de la India en un acto que contará con fuertes medidas de seguridad, que incluyen el despliegue de unos 10.000 agentes de distintos cuerpos policiales, informó hoy una fuente oficial.
El extraordinario contingente de seguridad para la toma de posesión del hinduista Modi incluye fuerzas paramilitares, miembros de una brigada especial de protección y Guardia Nacional, dijo a la agencia local IANS un alto cargo policial de Nueva Delhi, M.K. Mina.
La fuente añadió que habrá "cuatro anillos de seguridad" alrededor del palacio presidencial, situado en el centro de la capital, área en la que estará prohibida la reunión de grupos de más de cinco personas sin autorización.
Las Fuerzas Aéreas también pondrán en marcha un dispositivo especial para garantizar la seguridad en el espacio aéreo de Nueva Delhi.
La ceremonia tendrá lugar al aire libre mañana por la tarde y se esperan la asistencia de unas 3.000 personas, entre las que no habrá muchos mandatarios extranjeros.
Según la prensa local, solo habrá siete jefes de Estado o de Gobierno, todos de países de la región, entre los que destaca el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, que realizará una inusual visita oficial de dos días a la India.
Expertos y medios de comunicación han destacado que no habrá ningún enviado de Estados Unidos, que ha estrechado sus lazos con el gigante asiático en la última década, pero que ha marcado distancias con el nuevo jefe de Gobierno indio.
Modi tomará posesión después de que su partido, el Bharatiya Janata Party (BJP), arrasara en los comicios y consiguiera 283 de los 543 escaños parlamentarios, lo que le asegura la mayoría absoluta, un hecho inédito en la India en los últimos 30 años.
El último precedente se remonta a 1984, cuando el Partido del Congreso, liderado por Rajiv Gandhi, pudo gobernar también en solitario tras una arrolladora victoria en las primeras elecciones tras el asesinato de su madre, Indira Gandhi.
Liderada por Sonia y Rahul, viuda e hijo de Rajiv Gandi, el Partido del Congreso, que ha gobernado de manera casi ininterrumpida desde la creación de la India en 1947, ha sufrido en cambio una derrota humillante en esta última cita con las urnas.