Los negociadores del Gobierno de Colombia en los diálogos de paz con las FARC retomaron hoy las conversaciones de La Habana con el objetivo de lograr resultados y con una llamada a la "sensatez" en el debate que este proceso genera en el país suramericano.
"Somos conscientes de que estas conversaciones generan controversia y eso está bien. Bienvenida la crítica y las posiciones distintas a las del Gobierno. Eso es democracia", dijo Humberto de la Calle, jefe de la delegación de paz del Gobierno colombiano en una declaración sin posibilidad de preguntas leída ante la prensa en la capital cubana.
Sin embargo, reclamó "sensatez" en ese debate y "que no se ataque al Gobierno por supuestos acuerdos que no se han hecho y nunca se harán con la guerrilla".
"Pedimos que cuando se hable de paz se piense primero en Colombia y en el legado que dejaremos a nuestros hijos", agregó.
Gobierno y guerrilla retomaron hoy en el Palacio de Convenciones de La Habana el diálogo que intenta poner fin al largo y cruento conflicto colombiano, en un nuevo ciclo marcado por la expectativa de que se logren acuerdos sobre el problema de la tierra, el primer punto de la agenda del proceso.
"Queremos resultados", aseveró De la Calle quien instó a dar agilidad a las conversaciones porque "este es un proceso que no se puede prolongar indefinidamente".
Insistió en que no se pretende una paz "a cualquier costo" ni "a las bravas": "aquí en La Habana no estamos negociando el modelo económico ni la doctrina militar, entre otros temas planteados por las FARC", dijo el negociador del Gobierno de Juan Manuel Santos.
Otra de las novedades de este ciclo del diálogo de paz es la incorporación de nuevos negociadores en el equipo de la guerrilla.
Según De la Calle, "el Gobierno facilitó fortalecer el equipo de las FARC como un voto de confianza en el proceso".
"Esperamos que este nuevo aire sirva para concretar el cierre del primer punto de la agenda y dar así la señal que los colombianos esperan", manifestó.
El jefe de los delegados de Santos aludió también al debate que ha generado en Colombia la propuesta del presidente colombiano de una reelección para dos años.
"Las discusiones recientes sobre la hipotética duración del periodo de los elegidos nada tiene que ver con la mesa de La Habana. Ellas no alteran la necesidad de actuar con eficiencia y manera expedita". EFE