El Concejo Municipal de la ciudad de Nueva York está evaluando la posibilidad de restringir la venta de ciertos tipos de detergente para ropa y platos en los cinco condados. Esto según un trabajo de Bloomberg.
El concejal James Gennaro, miembro demócrata, presentó un proyecto de ley el jueves 8 de febrero que busca prohibir la comercialización de cápsulas de detergente y láminas de lavandería.
La prohibición sería para las que contienen alcohol polivinílico, conocido como PVA o PVOH. De ser aprobada, esta normativa entraría en vigor el 1 de enero de 2025.
A pesar de que las cápsulas y láminas de detergente se disuelven durante el lavado, el PVA es esencialmente un tipo de plástico.
El proyecto de ley destaca que los microplásticos y nanoplásticos son una fuente común de contaminación en los cuerpos de agua de Estados Unidos, siendo cada vez más difícil evitar su presencia.
Según un estudio del 2018, se producen más de 700,000 toneladas de PVA anualmente a nivel mundial, con un aumento del 4% cada año.
Polémica
William Hart-Cooper, un ingeniero químico del Departamento de Agricultura de EEUU, describió el PVA como "un plástico que se disuelve en agua", comparándolo con la disolución de sal o azúcar en un vaso de agua.
A diferencia de otros plásticos, el PVA ha pasado desapercibido durante años hasta que Procter & Gamble Co. lanzó Tide Pods en 2012, dando inicio al mercado de cápsulas de lavandería.
Empresas como Seventh Generation, Tru Earth y Dropps también han incursionado en la venta de cápsulas y láminas de detergente hechas con PVA.
Este material también se ha utilizado en alimentos, como cápsulas de batidos de proteínas y recubrimientos comestibles para frutas y verduras.
La posible prohibición en Nueva York busca abordar la creciente preocupación por la contaminación plástica y sus impactos en el medio ambiente.
Problemas con el PVA
Los productos hechos con PVA y su comercialización son alternativas convenientes y respetuosas con el medio ambiente. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos considera el PVA como una elección más segura
Por su parte, P&G afirma que no contribuye a la contaminación por microplásticos. True Earth destaca que sus productos a base de PVA ayudan en la lucha contra los envases de plástico de un solo uso.
Mientras, Seventh Generation no respondió a comentarios. Dropps menciona que sus cápsulas de lavandería biodegradables han evitado el uso de millones de botellas de plástico desde 2018.
Pra que algo se biodegrade, los microorganismos deben descomponerlo en moléculas más simples en un tiempo relativamente corto.
PVA, al ser un plástico convencional, proviene de combustibles fósiles y necesita condiciones precisas en las plantas de tratamiento de aguas residuales para descomponerse efectivamente, condiciones que actualmente no existen según expertos en el tema.
Con información de Bloomberg.
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