Un nuevo bombardeo atribuido a la coalición militar liderada por Arabia Saudí ha dejado decenas de muertos en la ciudad yemení de Saada.
Esto, en el norte del país y bastión de los rebeldes hutíes, que esta semana están siendo blanco de una feroz campaña aérea en distintas regiones.
Al menos 63 personas han fallecido y unas 140 están heridas en ese nuevo ataque lanzado en la noche del jueves.
Por su parte, el ministro de Salud del Gobierno de los hutíes, Taha al Mutawakil, ha cifrado en 65 los muertos y 138 los heridos.
Según la fuente de la Dirección, que habló en condición de anonimato, los cuerpos de las víctimas se encuentran en las morgues de tres hospitales de la ciudad de Saada, donde escasean los suministros y los equipos médicos.
Al Mutawakil, por su parte, llamó a los organismos internacionales y ONGs a través del canal de televisión Al Masira.
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En este sentido, pidió que envíen aviones medicalizados para evacuar a los heridos, ya que el sistema sanitario yemení no puede hacer frente a esta "emergencia colectiva".
Asimismo, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que el hospital Republicano de Saada ha recibido 138 heridos y 70 cadáveres del nuevo ataque.
En ese sentido, informó que no puede atender a más pacientes porque está "sobrepasado" y carece de suministros suficientes.
La alianza capitaneada por Riad afirmó poco después de la medianoche del jueves haber lanzado "bombardeos precisos para destruir las capacidades de la milicia hutí en Al Hodeida".
Sin embargo, aún no ha confirmado si está detrás de la nueva masacre de Saada.
Por otra parte, desde el lunes, los aviones saudíes han atacado distintas zonas y objetivos, el último de ellos la torre de telecomunicaciones situada en Al Hodeida
EFE
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