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Hace un año, el día que la ofensiva para controlar las armas de fuego fue derrotada en el Senado, el presidente Barack Obama se unió en la Casa Blanca a la exrepresentante Gabrielle Giffords y a padres de víctimas de la masacre de Newtown y declaró: "Este esfuerzo no se ha acabado".
El martes, un apesadumbrado presidente reconoció que estaba avergonzado como estadounidense y horrorizado como padre de que el país no pueda hallar en su alma la manera de poner fin a las masacres con armas de fuego. Obama dijo que, si no hay un cambio fundamental en la opinión pública, "eso no cambiará".
"Mi mayor frustración es que esta sociedad no ha estado dispuesta a dar algunos pasos básicos para mantener las armas de fuego lejos de personas que pueden hacer un gran daño", dijo el mandatario.
Ninguna nación desarrollada estaría dispuesta a aceptar tiroteos masivos una vez a la semana, que entonces desaparecen de las noticias en un día, dijo Obama, excepto Estados Unidos.
Fue un momento de desalentadora y agotadora reflexión para Obama, quien pensaba que las verificaciones universales de antecedentes eran lo menos que el país puede hacer después que un joven de 20 años con un fusil semiautomático abrió fuego en una escuela primaria de Connecticut en el 2012 y masacró a 20 niños.
"Debemos avergonzarnos de eso", dijo Obama, horas después de otro tiroteo mortal en una escuela, esta vez en Oregon. "Esto no sucede en ninguna otra parte".
El franco reconocimiento de que el control de las armas de fuego es casi una causa perdida de su presidencia fue un significativo cambio de tono.
A pesar de haber engavetado los esfuerzos para el Congreso actúe sobre el control de las armas, funcionarios de la Casa Blanca siempre han insistido en que no han abandonado el tema. In 2013, Obama emitió 23 órdenes ejecutivas sobre la violencia con armas de fuego en un intento por tomar algunos pasos sin la aprobación del Congreso.
Obama dijo que respeta Obama los derechos sobre las armas y la tradición que representa la Segunda Enmienda, pero culpó a la National Rifle Association y a los fabricantes de armas por "amedrentar" a los legisladores si respaldaban medidas más fuertes.
"La mayor de los legisladores —y hasta cierto punto esto afecta a los dos partidos— le tienen terror a la NRA", dijo Obama, aludiendo a la oposición de algunos demócratas, que ayudó a derrotar el esfuerzo en el Senado.
2014-06-10