Un total de 237 personas han perdido la vida en dos días de intensos ataques que se han escenificado en Siria.
Seguidores del ahora expresidente sirio, Bashar Al Asad, han protagonizado junto a las fuerzas de la actual administración, intensos tiroteos, esto con el fin de tratar de recuperar espacios en la nación asiática.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, estos últimos días de combates serían la ola de violencia más cruenta, desde el derrocamiento de Al Asad, el pasado 8 de diciembre.
Los enfrentamientos de mayor consideración se han generado en Latakia, provincia que era dominada por la familia de Al Asad y núcleo de la minoría alauita, rama del Islam chii que profesa el presidente derrocado.
Según la agencia de noticias EFE, los choques directos han matado a 50 miembros de las nuevas fuerzas de seguridad, 45 insurgentes alauitas leales a Al Asad y a seis civiles, de acuerdo con la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Ajusticiamientos en Siria
Entre estos fallecidos se encuentra un trabajador de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), según informó en su cuenta de X el jefe de la organización, Philippe Lazzarini.
Las mismas organizaciones no gubernamentales han manifestado que hay 136 personas alauitas fuero ajusticiadas en localidades como Al Hafa, Al Mojtareya y Al Sher de Latakia. Señalan como responsables a la actual administración de Damasco.
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