Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, celebró hoy la adopción, hace ahora veinte años, de la Declaración de Viena, un "documento histórico" que, entre otras cosas, permitió la creación de la oficina de Naciones Unidas para la que trabaja.
"Ese documento histórico cristalizó los derechos humanos como principios universales para todas las personas, independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales", señaló Pillay en un comunicado con motivo del Día Mundial de los Derechos Humanos, que se celebra mañana 10 de diciembre, aniversario de la Declaración de Viena.
Según la máxima responsable de la ONU en materia de derechos humanos, "la visión y los objetivos formulados hace 20 años en Viena siguen siendo válidos" y "todavía vale la pena luchar por ellos".
A raíz de ese documento, se sentaron las bases para la protección y la promoción de los derechos humanos, gracias a la ampliación y fortalecimiento de estándares internacionales para estos derechos, además de instituciones que las interpretan, vigilan e implementan.
El reto ahora, según la alta comisionada, es hacer del disfrute de estos derechos "una realidad en la práctica", con voluntad política y recursos humanos y financieros; ya que en los últimos veinte años también se han vivido "contratiempos" y "trágicos errores" a la hora de evitar atrocidades y salvaguardar los derechos humanos".
"En varias circunstancias donde se han producido deplorables y masivas violaciones de derechos humanos, la comunidad internacional ha sido demasiado lenta y demasiado dividida, con una visión cortoplacista e inadecuada", admitió.
Aunque la conducta de los Estados está sometida ahora "a más escrutinio que nunca" con la expansión de la sociedad civil, Pillay reconoció que "cada vez más países encaran un aumento del acoso y la intimidación".
"Las mujeres todavía sufren discriminación, violencia y persecución , así como las minorías étnicas, raciales o religiosas, los inmigrantes y personas por su orientación sexual", lamentó.
La máxima responsable de la ONU en materia de derechos humanos también denunció los "horrendos" abusos en conflictos internos que todavía se producen en muchos países, así como en las protestas pacíficas de personas que "ejercen y reclaman legítimos derechos".
La Alta comisionada también se refirió a los desafíos de los derechos humanos relacionados con los movimientos de población, los éxodos de refugiados, la pobreza y el cambio climático. EFE