EFE
El papa Francisco considera que las "escasas" oportunidades de trabajo contribuyen a la aparición de formas de esclavitud moderna, según el mensaje que pronunciará el próximo 1 de enero y que hoy adelantó el Vaticano.
Las empresas, según el papa, deben ofrecer a sus empleados "condiciones de trabajo dignas y salarios adecuados" y critica como forma de opresión moderna "la corrupción de quienes están dispuestos a hacer cualquier cosa para enriquecerse".
Jorge Bergoglio enviará ese mensaje cuando se celebre la cuadragésima octava Jornada Mundial de la Paz el primer día del año próximo.
El papa menciona como causas de la "esclavitud moderna" la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión, combinadas con la falta de acceso a la educación o "con una realidad caracterizada por las escasas, por no decir inexistentes, oportunidades de trabajo".
El papa denuncia que la corrupción "sucede cuando en el centro de un sistema económico está el dios dinero y no el hombre, la persona".
Como formas de esclavitud moderna señala a la prostitución o el tráfico de órganos y destaca que "el derecho de toda persona a no ser sometida a esclavitud ni a servidumbre" debe ser "reconocido en el derecho internacional como norma inderogable".
El papa Francisco se refiere en su mensaje a los "muchos emigrantes que, en su dramático viaje, sufren el hambre, se ven privados de la libertad, despojados de sus bienes o de los que se abusa física y sexualmente".
Inmigrantes que "después de un viaje durísimo y con miedo e inseguridad, son detenidos en condiciones a veces inhumanas" y se "ven obligados a la clandestinidad por diferentes motivos sociales, políticos y económicos" o, "con el fin de permanecer dentro de la ley, aceptan vivir y trabajar en condiciones inadmisibles".
Por último, Bergoglio se refiere a "los conflictos armados, la violencia, el crimen y el terrorismo" para decir que son "otras causas de la esclavitud".
E insiste en que "muchas personas son secuestradas para ser vendidas o reclutadas como combatientes o explotadas sexualmente, mientras que otras se ven obligadas a emigrar, dejando todo lo que poseen".
El papa lamenta que esas personas se vean empujadas muchas veces "a buscar una alternativa" y corran "el riesgo de entrar de ese modo en ese círculo vicioso que las convierte en víctimas de la miseria, la corrupción y sus consecuencias perniciosas".
Y hace un llamamiento a todos los ciudadanos, organismos internacionales y también jefes de Estado y de Gobierno para que aúnen sus esfuerzos en la lucha contra esta "esclavitud contemporánea" y para que "no sean cómplices de este mal".
Según el papa Francisco "se requiere un triple compromiso a nivel institucional de prevención, protección de las víctimas y persecución judicial contra los responsables".
Los Estados, por su parte, "deben vigilar para que su legislación nacional en materia de migración, trabajo, adopciones, deslocalización de empresas y comercialización de los productos elaborados mediante la explotación del trabajo, respeten la dignidad de la persona".
Además, deben garantizar la puesta en marcha de "mecanismos de seguridad eficaces para controlar la aplicación correcta" de las leyes para que no exista espacio para "la corrupción y la impunidad".
Las organizaciones intergubernamentales también deberán "implementar iniciativas coordinadas para luchar contra las redes transnacionales del crimen organizado que gestionan la trata de personas y el tráfico ilegal de emigrantes", según Bergoglio, que elogia la labor de las congregaciones religiosas.
El pontífice recuerda que la sociedad civil tiene "la tarea de sensibilizar y estimular las conciencias acerca de las medidas necesarias para combatir y erradicar la cultura de la esclavitud".
El obispo de Roma pide que los esfuerzos que ha realizado la Santa Sede en los últimos años, multiplicando "los llamamientos a la comunidad internacional para que los diversos actores unan sus esfuerzos y cooperen para poner fin" a la trata de personas, "continúen y se redoblen en los próximos años".
2014-12-10