El presidente de México, Enrique Peña Nieto, indultó hoy al maestro indígena Alberto Patishtán, que estuvo 13 años preso y siempre defendió su inocencia frente a la acusación de haber participado en el asesinato de siete policías.
"Como resultado de un profundo análisis jurídico y de las circunstancias que imperaron a lo largo del caso, el presidente de la República (…) el día de hoy ha determinado otorgar el indulto", anunció el secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Patishtán, de 42 años y a quien se le diagnosticó el año pasado un tumor cerebral, obtendrá la libertad inmediata. El indígena tzotzil había sido detenido en 2000 y cumplía una condena a 60 años de cárcel, después de un proceso calificado de injusto por organizaciones de derechos humanos.
Osorio Chong indicó que Patishtán había agotado todos los recursos jurídicos a su alcance y que en su caso se identificaron "indicios consistentes de violaciones graves a los derechos humanos, particularmente al debido proceso".
La decisión del indulto, que Peña Nieto anticipó el martes a través de Twitter, fue posible gracias a una reforma al Código Penal Federal que entró en vigor hoy y que permite otorgar el perdón a personas sentenciadas en juicios irregulares.
Amnistía Internacional (AI), una de las organizaciones que denunció durante años los "grandes errores" cometidos en el proceso, celebró la liberación de Patishtán, pero advirtió que "las cárceles de México están pobladas por incontables casos" como el suyo.
El indulto presidencial "no debe ser solamente un reconocimiento tardío de la injusticia cometida contra él, sino que debe impulsar una revisión completa a los innumerables casos de juicios injustos", indicó AI.
Patishtán, que tenía diferencias con el alcalde de su comunidad, fue detenido acusado de participar en una emboscada en la que fueron asesinados siete policías en junio de 2000 en el municipio de Simojovel, en el sureño estado de Chiapas.
El testigo principal en su contra fue Rosemberg Gómez Pérez, hijo del alcalde de la comunidad de El Bosque con el que estaba enfrentado Patishtán.
El maestro, miembro bilingüe de la etnia tzotzil, fue detenido sin orden de aprehensión y rindió declaración inicial sin presencia de un abogado. En 2002 fue condenado a la pena de 60 años.
Pese a una gran movilización de organismos de derechos humanos para denunciar su situación, la Suprema Corte de Justicia rechazó en marzo pasado revisar el caso y en septiembre un tribunal colegiado de Chiapas ratificó la sentencia.
Javier Zúñiga, representante de AI, afirmó que todavía se está muy lejos de "la verdad, justicia y reparación" en el caso de Patishtán. "Las personas responsables de su juicio injusto y encarcelamiento deben rendir cuentas", señaló.
Señaló, además, que la resolución positiva del caso "será sólo una gota en el océano si el gobierno mexicano falla en reconocer que se trata de un problema sistémico y en tomar medidas urgentes para hacerle frente". /DPA